Los Mochis, Sin.– El reloj marcaba las 9:15 de la mañana del lunes 12 de septiembre cuando Judith llegó a la casa de su pareja sentimental, Juan Carlos, con quien pasó la noche anterior y le había pedido que cuidara a su pequeño hijo Alexander.
Madre e hijo llegaron juntos a casa de “Juan” como casi siempre le llamaban, quien se ofreció a hacerles desayuno y, ya en la mesa, compartieron la que sería la última comida del bebé de un año de edad.
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Son las tres de la tarde, más algunos cuantos minutos, cuando todo comienza a ir mal; Juan Carlos nota que el pequeño Alexander no despertaba ni reaccionaba cuando le hablaban, por lo que llama por teléfono a Judith para preguntarle si el pequeño tenía sueño profundo o alguna situación que le impidiera reaccionar. La madre responde con un “No”, lo que deja intranquilo a Juan Carlos y se deciden a llevarlo al hospital.
El presunto homicida fue detenido por discutir en el hospital tras la muerte del bebé Alexander
Menos de una hora después y luego de una confusión, Judith llega a casa de Juan Carlos quien tiene que regresar porque, de forma simultánea éste había ido a buscar a Judith; todos juntos, incluidos los padres de Juan Carlos, suben la rampa de la entrada de emergencias de la clínica número 49 del Instituto Mexicano del Seguro Social. En el camino comienzan a escucharse las primeras acusaciones por parte de la joven madre hacia su pareja sobre lo que le había ocurrido al menor.
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Dieciséis horas con veinte minutos del lunes doce de septiembre; Se materializa la mayor pesadilla de cualquier madre cuando los médicos confirman que el pequeño Alexander había perdido la vida, aunque no se pueden determinar las causas oficiales, todo apunta a lesiones internas, producto de golpes diversos.
Al filo de las cinco de la tarde, Juan Carlos, su hermano Sergio y su padre, son subidos a una patrulla de la policía municipal de Ahome y trasladados a la Secretaría de seguridad pública y protección ciudadana del municipio, en donde estuvo hasta las diez de la noche, e incluso, rindió una declaración ante la vice fiscalía de justicia sobre los hechos ocurridos que derivaron en la muerte del bebé.
Cerca de las diez de la noche del mismo lunes, Juan Carlos recupera su libertad luego de pagar una fianza. Para entonces, han pasado apenas 12 horas y algunos minutos desde que Alexander llegó a su casa, pero la vida del joven de 27 años ha cambiado para siempre, él lo sabe y ante las amenazas se marcha a un lugar desconocido, desde entonces no ha vuelto a casa.
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Para entonces ya ha comenzado el velorio del pequeño Alexander, mismo que concluyó a las seis de la tarde del martes, para ser llevado directamente al camposanto en donde es enterrado ante la mirada incrédula de familiares y amigos. La tierra comienza a caer sobre el pequeño ataúd mientras que las autoridades trabajan en el caso, pero hasta el momento, no hay resultados de la investigación.