Estados Unidos.- Esta semana Neuralink, empresa fundada por el multimillonario Elon Musk anunció que acababa de recibir su deseado permiso para empezar los ensayos clínicos en humanos con parálisis cerebral, lo cual habría sido posible tras la supuesta finalización exitosa de los experimentos con monos.
Sin embargo, poco después de darse a conocer la noticia, un equipo de médicos estadounidenses decidió denunciar ante la Comisión de Bolsas y Valores (SEC) de Estados Unidos la muerte de doce monos inicialmente sanos.
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Según la carta procedente del Comité de Médicos para la Medicina Responsable, Elon Musk incurrió en varios engaños sobre los ensayos clínicos de Neuralink, pues no solo negó la muerte de algún mono durante el proceso, sino que también aseguró que habían elegido primates terminales para sus estudios, lo que ahora mismo se proyecta como falso.
Las incongruencias serían visibles desde los mismos registros que se tienen de los experimentos de la Universidad de California, pues para empezar se habla del sacrificio de al menos 15 monos. De ellos, es cierto que 3 eran animales terminales, que habrían muerto igualmente en muy poco tiempo. No obstante, los otros 12 sí estaban inicialmente sanos, pero tuvieron que sacrificarse por síntomas como infecciones crónicas, hinchazón cerebral o pérdida del equilibrio y la coordinación.
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Los monos usados en este tipo de experimentos científicos suelen ser macacos Rhesus, una especie que tiene una esperanza de vida media de 25 años y en algunos casos incluso pueden llegar a los 40. Sin embargo, los que se sacrificaron en estos ensayos clínicos tenían un promedio de 7,5 años, por lo que es evidente que no se trataba de animales ya moribundos.
De momento solo queda esperar a la decisión de la SEC, pues pronto se sabrá si Elon Musk podrá iniciar la prueba de sus chips Neuraliknk en humanos o si todo el proceso debe detenerse hasta comprobar si las cosas se han hecho sin atentar contra la Ley de Bienestar Animal.
Finalmente, cabe recordar que Neuralink es una empresa de neurotecnología creada por Elon Musk seis años atrás, la cual ha tenido como objetivo principal la creación de un dispositivo capaz de tratar pacientes que sufran de discapacidades causadas por desórdenes neurológicos.
