Los Mochis, Sin. – Todas las Nochebuenas y Años Nuevos la cena esperada por la familia eran los crujientes buñuelos, que mientras iban saliendo del cazo con manteca hirviendo en el que eran freídos por su mamá, eran degustados con ansias por todos sus pequeños hermanos y por su papá, que en paz descanse, recuerda don Francisco, al relatar a sus hijos y nietos esa parte de su infancia vivida en la sierra de Choix, en El Zapote de Madriles, para ser precisos, lugar donde nació y creció.
La aromática aguamiel preparada con piloncillo, canela y clavo de olor, era el acompañamiento con el que se mezclaba en un plato el humilde postre, que para ellos era un verdadero manjar, el platillo con el que podían deleitarse exclusivamente en diciembre, y cuyos “banquetes” iniciaban durante las velaciones a la Virgen de Guadalupe, continuaban en Navidad y terminaban en Año Nuevo, con el deseo de que pronto pasaran los 365 días para volver a saborearlos, añade don Pancho, mientras sigue comiendo su generosa ración de buñuelos, pero acompañados de café, porque así le gustan más.
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“Mi amá en la sierra hacía muchos, y nosotros comíamos en la noche y en la mañana, y quedaban porque hacía muchos mi amá”.
El procedimiento casero para elaborar buñuelos no es muy complicado, pero sí es muy laborioso: primero hay que amasar la harina con agua tibia, sal y poca manteca, después hacer las bolitas, y luego hacer las tortillas extendiendo las bolitas con un bolillo, rodillo o botella sobre una tabla, mesa o superficie plana, y dejarlas separadas entre sí para que se oreen o sequen; algunas personas los cuelgan en un tendedero para que se ventilen más rápido.
Esto permite que al freírlos queden mucho más crujientes y que absorban menos aceite, que cuando se fríen con la masa fresca.
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Algunas personas espolvorean azúcar y canela molida sobre los buñuelos tradicionales, y en otras versiones más sofisticadas, los enrollan y les añaden miel, coco rallado y/o nuez molida para hacerlos más atractivos a la vista y al paladar de los comensales amantes de esta dulce tradición gastronómica decembrina.
