Los Mochis, Sin.- “Valoren mucho sus tamales porque se viene una generación de tías que no saben hacerlos”, dice textual un meme que se ha viralizado en los últimos días, y a propósito de este delicioso platillo típico mexicano, muy saboreado en los festejos decembrinos de velaciones a la Virgen, posadas, Navidad y Año Nuevo, la verdad es que no son tan difíciles de preparar, pero sí bastante laboriosos.
Y es que ya se está perdiendo la tradición de años atrás que era común que las familias se reunieran como parte de la convivencia, a participar en la preparación de los tamales, pues requieren bastantes procesos.
Y sobre todo si son de carne, pues antes se necesita cocerla condimentándola con diferentes especias, luego deshebrarla y enseguida guisarla con la salsa de chile colorado, previamente preparada, y continuar con lo más pesado: amasar la masa de nixtamal con manteca muy bien batida para que se esponje, agregarle caldo en el que se coció la carne para darle sabor, así como chile colorado para darle color.
Claro que también se necesita picar las verduras, que junto con la carne, son el relleno: papa, calabacita, zanahoria, tomate, cebolla, ejote, aceituna, chile verde, o las que prefieran.
Ya con todos los ingredientes listos, se ponen a remojar las hojas secas de elote para ablandarlas antes de empezar a envolver los tamales, además, hay que poner la olla vaporera con agua en la lumbre para que se vaya calentando.
Finalmente, hay que envolver los tamales: primero se extiende la masa en la hoja de maíz, se le colocan la carne y las verduras al centro y enseguida se enrolla, y se le amarran las puntas con tiritas de la misma hoja de maíz, “trabajo” que antiguamente era encomendado a los más pequeños de la familia, explicó doña Kika.
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“Ya no puedo hacer de ningunos, antes hacía de carne ¿Y cómo los hacía? Molía el nixtamal y ya lista la masa hacia una tortillita: ponía la bolita de masa en el papel de la prensa y ponía la hoja, le aplastaba y ya quedaba la tortillita hecha y le ponía la carne y las verduras”
Seguro ya se le antojó ponerse a hacer tamales, y si no, por lo menos ya se le antojó comerse uno o dos calentitos recién salidos de la olla, o fritos, bien acompañados de frijolitos y una taza de café.
¿Y a usted de qué le gustan? ¿De carne? ¿De elote? ¿De piña? ¿De acelga? ¿De frijol? ¿De pasas? ¿O de camarón?