Los Mochis, Sin. A pesar de los esfuerzos de las autoridades en realizar una campaña permanente para evitar que niños y adultos de población indígena migrante enfermen, hay resistencia de padres de familia para que sus hijos tengan acceso a la salud.
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En el caso de las revisiones en cuarterías de Juan José Ríos, los médicos detectaron dos casos de riesgo en menores por presentar enfermedades respiratorias y, por lo tanto, fueron canalizados a Hospital General de Los Mochis para que recibieran atención especializada.
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Sin embargo, fueron los propios padres de los niños quienes solicitaron el alta voluntaria e interrumpieron la atención médica que recibían, argumentando que tenían que regresar a Chihuahua.
A pesar de que los médicos y trabajadoras sociales trataron de persuadirlos, la postura fue inflexible, por lo que los dos niños, uno de un mes de nacido, con problemas respiratorios y sin acta de nacimiento, así como otro menor con posible bronquitis, fueron dados de alta.
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María Isabel Astorga Soto, del área de salud de pueblos indígenas, lamentó que los padres de familia culturalmente se resistan a recibir atención médica especializada.
“Esos niños se fueron a pesar de que la autoridad hace todo el esfuerzo correspondiente, pero los padres no nos ayudan y fueron dos casos. Uno de un mes de recién nacido, pero era una gripa, el otro con unos criterios de bronquitis, pero los padres, ambos son tarahumaras y dijeron que nada más estaban aquí de paso, que andaban de vacaciones y que se iban a ir en el tren de regreso a Chihuahua”, informó
Astorga Soto expuso que, además, muchas familias jornaleras al momento de recibir atención médica niegan que están en la región como trabajadores agrícolas, con el fin de que no se les dé puntual seguimiento por parte de las autoridades.
Es por eso que, con apoyo del Víctor Manuel Lim Zavala, jefe de la Jurisdicción Sanitaria 01, se buscará establecer una mejor estrategia que permita brindar una atención adecuada a niños y adultos enfermos que proceden de las cuarterías agrícolas.
“Yo pienso que tenemos que hablar esta problemática y ver cómo resolver estas situaciones en los casos donde los menores están en riesgo de vida. Si ellos piden alta voluntaria nosotros se las tenemos que dar, no podemos obligarlos, los podemos convencer, pero no los podemos obligar, entonces, es una situación complicada”, refirió.
Sobre los tres casos de niños que estaban internados en Hospital General de Los Mochis desde el mes de diciembre por tuberculosis, Astorga Soto informó que dos ya fueron dados de alta. Todavía permanece internado el menor que estaba en terapia intensiva, pero ya salió de esta área al presentar una mejoría.
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Sin embargo, sus médicos siguen muy atentos porque buscan que al ser dado de alta sus padres garanticen que seguirán brindándole el tratamiento para su recuperación completa.
