Culiacán, Sinaloa. “Dios por delante y Jesús Malverde conmigo”, repite la joven Fernanda Domínguez cada vez que un nuevo reto llega a su vida. Desde hace cinco años se convenció de que con su fe, conocimiento y fuerza de voluntad puede lograr lo que desea, primero, ingresar a estudiar en la Escuela Normal cuando su familia le decía que no lo iba a lograr por ser una institución prestigiosa.
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Por su vocación por ser maestra en primaria y con su fe en que Malverde le iba a cumplir su deseo, logró estudiar la carrera que quería y este 03 de mayo vestida con su uniforme y birrete y portando un busto de Jesús Malverde, acudió a la capilla en el día que lo conmemoran.
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Fernanda es originaria de Tamaulipas y pertenece a la misión Luz y Esperanza, un grupo en donde encontró una nueva familia que la respalda en sus creencias.
“Yo empecé a creer en él porque toda mi familia me dijo que yo no iba a entrar a la Escuela Normal siendo una escuela prestigiosa y mi familia me decía que mejor intentara en otra universidad o que iba a perder el año, y yo me aferré y dije yo: si tanta es la fe que le tengo a Jesús Malverde, yo voy a quedar en esa escuela y sí”, compartió.
La joven festejó que este año después de tanto esfuerzo y dedicación se va a graduar de la Licenciatura en Educación Primaria. Por esto, cumplió su manda de llevar el busto de Malverde desde Tamaulipas hasta Culiacán. Este es el segundo año consecutivo que visita la capilla para agradecer su favor.
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Hay tradiciones arraigadas en la cultura culichi que llaman a la curiosidad de los mismos sinaloenses, mexicanos y extranjeros por su fe y cada 3 de mayo se demuestra en la conmemoración de Jesús Malverde, un festejo en donde las oraciones individuales se hacen con música de banda de fondo.
En la capilla de Malverde en Culiacán los arreglos florales, veladoras, globos y coronas con nombres escritos se dejan por sus devotos, al mismo tiempo que agradecen por haberles concedido un milagro o piden por el descanso de un familiar, el alivio de un enfermo y la protección para seguir en su camino.
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Este año en medio de una crisis de inseguridad son menos las personas que acuden a la capilla de Jesús Malverde, pero quienes están aquí, algunos desde otros estados, lo celebran a nombre de todos y la tradición se mantiene.
