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Urge corregir

Culiacán, Sinaloa.- Craso error se cometería en las altas esferas del gobierno si se asumen los últimos señalamientos críticos de la violencia como simples expresiones interesadas de...

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Culiacán, Sinaloa.- Craso error se cometería en las altas esferas del gobierno si se asumen los últimos señalamientos críticos de la violencia como simples expresiones interesadas de parte, que las hay, ciertamente, y es la insistencia en justificaciones impropias lo que las alimenta.

Se trata de una realidad irrebatible y es tiempo de examinarla con toda la atención que amerita, para aplicar los correctivos que se pueda y para evitar que se siga promoviendo a una oposición cuyos intereses son otros.

Es cierto que el problema es de fondo y rebasa, por su grado de complejidad, los espacios de actuación particular, pero es igualmente indiscutible que si se suman incapacidades, negligencias y (desde los mandos medios y superiores) ausencia de una voluntad tajante de corregir el estado de cosas, todo se complica aún más, si ello es dable.

CORREGIR ES DE HUMANOS

De Perogrullo: si un funcionario, un aparato, no ha sido capaz de remontar la problemática propia de su campo, así sea por el peso de las determinaciones de orden más amplio, entonces debe dejar su puesto a otros con mayor imaginación y sentido para enfrentar lo que quiere parecer insalvable.

Es así porque lo que no se puede cancelar es la posibilidad de buscar alternativas. Desde luego, no hay garantía de solución con los cambios probables, pero no hacerlos es agregar un problema al que ya existe, cerrando otras vías.

NO OCULTAR LA REALIDAD

Por otra parte es claro que los funcionarios del ramo proceden, en sus declaraciones, de maneras que incomodan seriamente a la ciudadanía porque explícitamente rehúyen ubicar la conflictiva en su dimensión correcta. A nadie escapa que el ocultamiento de la gravedad de los hechos es también una muestra de irresponsabilidad.

Una evaluación desprejuiciada, guste o no, indica que en términos generales los fallos son muchos: desde la propia Sedena, la Guardia Nacional y Marina, hasta las policías estatales y  municipales; a la ineficacia se suman fiscalías y secretarías del ramo. Desde luego, y en primer lugar por la responsabilidad contraída que no cumplida, fallan los jefes hasta el nivel más alto.

LOS PALIATIVOS ESO SON

Los militares incorporados a los mandos policiacos no han respondido a las expectativas. La inseguridad, la violencia, la criminalidad en todos los órdenes, no han disminuido. Al contrario, en no pocos casos se han incrementado.

Lo hemos reiterado: el problema de la inseguridad pública hasta ahora no ha sido correctamente dimensionado por los gobiernos en México. La enorme mayoría de las iniciativas, los diagnósticos recurrentes y las estrategias derivadas no han pasado, en el menos peor de los casos, de simples paliativos carentes de impacto sustantivo en la realidad que padecemos.

ESTE SISTEMA QUE VES

La dimensión social del problema se difumina cuando se recurre únicamente a la logística y acciones coyunturales de relumbrón. En el fondo, es cierto, está un sistema basado en la inequidad y la injusticia social.

Si eso no se atiende, las iniciativas se reducen a remedios caseros contra el cáncer.

En más de un sentido, guste o no, los gobiernos siguen atrapados en la forma y sin remedio a la vista; se insiste en el enfrentamiento de la conflictiva con estrategias fallidas y, lo que es peor, sin evidencia alguna de capacidades probadas.

EL RECLAMO CIUDADANO

Como es explicable, Sinaloa no escapa a esa problemática. La inseguridad sigue siendo problema de cada día y, si bien hay una relativa disminución de homicidios, por ejemplo, las cosas no están para echar campanas a vuelo.

Ante ello, mientras algunos jefes policiacos responden con grandilocuencia y claros despropósitos, la esperanza sigue firme en los gobiernos de la 4T y se espera que el enfrentamiento de las causas de fondo de lugar a cambios sustantivos.    

El reto es grande, inaplazable, y está en el centro del reclamo ciudadano. De las bondades prometidas mucho está por verse, frente al documentado pesimismo de un pueblo que, al parecer, aguanta mucho más de lo que razonablemente es dable esperar.

A ver hasta cuándo.

EN EL TINTERO

-¿La DEA, que se ha apropiado y festejado con bombo y platillo la captura de Caro Quintero ante débiles “aclaraciones” del gobierno mexicano? ¿Los agentes de la metrópoli siguen como siempre, en tierra de conquista?

-Se reorganiza o se organiza Morena en estos días y hasta septiembre próximo. Tiempo de evitar los errores (Estrada, Benítez…) que sin asomo de duda se cometieron.

-Como dijo Aristóteles: “Amicus Plato, sed magis amica veritas”. ([email protected]).

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Jorge Guillermo Cano

Jorge Guillermo Cano

Columnista

Jorge Guillermo Cano

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