Los Mochis, Sin.– Ismael “Mayo” Zambada expresó hace 14 años al periodista Julio Scherer que todo el tiempo vivía con miedo de ser arrestado: “tengo pánico de que me encierren”, por eso vivía en su mejor guarida: el monte. Pero este jueves 25 de julio del 2024, trasciende que se entregó a las autoridades estadounidenses.
La entrevista que se habría realizado en el 2010, en el día, hora y lugar que él mismo decidió, estuvo a cargo del periodista Julio Scherer, de quien Zambada seguía su rastro profesional por ser sumamente pulcro.
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El escritor mexicano realizó una descripción muy precisa en su trabajo para la revista Proceso en la edición 1744, publicada el 4 de abril del 2010, que rompió con las incógnitas sobre su físico, entre ellas, que el nacido en Álamo, Culiacán, era un hombre de gran altura, contrario a la idea que se tenía por su comparación con Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“Sobrepasa el 1.80 de estatura y posee un cuerpo como una fortaleza, más allá de una barriga apenas pronunciada. Viste una playera y sus pantalones de mezclilla azul mantienen la línea recta de la ropa bien planchada. Se cubre con una gorra y el bigote recortado es de los que sugieren una sutil y permanente ironía. –He leído sus libros y usted no miente–, me dice. Detengo la mirada en el capo, los labios cerrados. –Todos mienten, hasta Proceso”, escribió el periodista en uno de sus párrafos.
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Esta entrevista, una de las más destacadas en el periodismo moderno, sobresale por el valor de Julio Scherer quien, a pesar de estar en un lugar desconocido con todo un séquito de guardias al servicio del capo sinaloense, cuestionó al “Mayo” sobre cómo se sentía vivir sabiendo que las autoridades de México y Estados Unidos buscan capturarlo.
Ismael Mario Zambada García, su nombre de pila, respondió con mucha honestidad y reveló el constante temor de saber que en cualquier momento podrían apresarlo.
“¿Teme que lo agarren? –Tengo pánico de que me encierren. –Si lo agarraran, ¿terminaría con su vida? –No sé si tuviera los arrestos para matarme. Quiero pensar que sí, que me mataría”, expresó textualmente al reconocido escritor mexicano.
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“Don Mayo”, como también se le conoce, en su charla con Julio también desveló sus aficiones y pasiones, dejándolo ver como un hombre sencillo que gozaba del placer de vivir en la zona rural, rodeado de la vegetación endémica y común en todo Sinaloa.
“El monte es mi casa, mi familia, mi protección, mi tierra, el agua que bebo. La tierra siempre es buena, el cielo no. –No le entiendo. –A veces el cielo niega la lluvia”.
Entre sus aficiones, al igual que Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, compartió su gusto por la agricultura y ganadería e, incluso, declaró: “si puedo hacer un negocio en los Estados Unidos, lo hago”.
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Aunque la entrevista de Julio Scherer tocó varios aspectos de la vida de Ismael Zambada, este jueves, al darse a conocer su detención en El Paso, Texas, vuelve a surgir esta entrevista, quizás por que es la única evidencia de cómo se sentía el sinaloense.
–“¿Hay en usted espacio para la tranquilidad? –Cargo miedo. –¿Todo el tiempo? –Todo. –¿Lo atraparán, finalmente? –En cualquier momento o nunca”, fue una de las expresiones más interesantes del capo al periodista.
Tras la charla que culminó con una fotografía entre Julio Scherer e Ismael Zambada para garantizar la veracidad de la entrevista, la revista Proceso publicó el trabajo periodístico.
En Sinaloa, la mayoría del tiraje de la revista fue retirado de los estantes por hombres armados.
Y, después de la publicación, al ser cuestionado el riesgo de Julio Scherer al entrevistar a un líder del narcotráfico, dejó para la posteridad una de sus frases más célebres: “si el diablo me da una entrevista, voy al infierno”.
