Beirut, Líbano.- El presidente sirio,
Bashar al-Assad, envió el miércoles a un alto cargo diplomático a Moscú para
abordar las propuestas del enviado internacional Lakhdar Brahimi para poner fin
al conflicto que sacude al país, según fuentes sirias y libanesas.
Brahimi, que se reunió el lunes con Assad dentro de una ronda de conversaciones
con autoridades y disidentes sirios en Damasco esta semana, está intentando
organizar un traspaso pacífico del poder, pero ha dado pocas pistas sobre cómo
podría conseguirse.
Más de 44 mil sirios han muerto en la revuelta contra las cuatro décadas de
gobierno de la familia Assad, un conflicto iniciado con protestas pacíficas
pero que ha derivado en una guerra civil.
Los esfuerzos en favor de la paz han naufragado, y las potencias
internacionales están divididas sobre lo que en buena parte se ha convertido en
una lucha religiosa entre rebeldes de mayoría musulmana suní y las fuerzas de
seguridad de Assad, reclutadas principalmente de entre su minoría alauí, rama
del islam chií.
El viceministro sirio de Exteriores, Faisal Makdad, voló a Moscú para tratar
los detalles de las conversaciones con Brahimi, dijo una fuente de seguridad
siria, que no aclaró si hay un acuerdo en marcha.
Sin embargo, una fuente libanesa próxima a Damasco dijo que se ha enviado a
Makdad para buscar consejo sobre un posible acuerdo.
La fuente dijo que las autoridades sirias son optimistas tras las
conversaciones con Brahimi, enviado de la ONU y la Liga DArabe y que se reunió
el martes con el ministro de Exteriores, Walid Mualem, un día después de su
encuentro con Assad, pero que no ha expresado sus ideas en público.
“Hay un nuevo ánimo ahora y está pasando algo bueno”, dijo la fuente,
pidiendo no ser nombrada. No dio más detalles.
Rusia, que ha prestado a Assad ayuda diplomática y militar en los 21 meses de
alzamiento, ha dicho que no le está protegiendo, pero ha criticado duramente
cualquier respaldo exterior a los rebeldes y, junto con China, ha bloqueado
acciones sobre Siria en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, dijo el sábado que la guerra
civil siria ha alcanzado un punto muerto y que los esfuerzos internacionales de
persuadir a Assad para que dimita fracasarán.
Los oponentes de Assad insisten en que el presidente sirio debe irse, dado el
nivel del derramamiento de sangre y destrucción que le atribuyen.
Moaz Alkhatib, responsable de la Coalición Nacional Siria, organismo opositor
con reconocimiento internacional, ha criticado cualquier idea de un Gobierno de
transición en el que Assad permanezca como presidente nominal carente de
poderes reales.IN