Corona Ana Leguina el trabajo de Vanessa Guzmán

México.-  La cabellera roja de Ana Leguina ha quedado atrás, como también las
frases que la distinguieron y le dieron el matiz necesario para
arraigarse en los televidentes como la deliciosa villana de Infames,
pues aunque esta noche se descubrirá el final de la serie que
protagonizó, Vanessa Guzmán asegura que su papel solo representa un
?escalón más de la carrera
ascendente por la que trabaja?, de ahí que ahora su prioridad es
enfocar sus energías en el nuevo reto que enfrentará como productora
teatral.
¿Qué te ha dejado Ana Leguina?
Una gran satisfacción, un reto que fue permanente desde el
primer día que empecé a bordar mi personaje. Un trabajo que implicó
sacrificar mucho tiempo para entregarme cien por ciento a este personaje.
Sin embargo, creo que ha valido la pena, porque fue un
trabajo que implicó muchas horas de trabajo en casa, ya que después de
una jornada en el foro, era llegar a preparar todas mis escenas en casa,
pero eso me permitió encontrar mucho más allá de lo que a lo largo de
15 novelas había encontrado , el saber cómo exprimir un personaje y
cómo poder abordarlo de manera diferente.
Desde Catalina Creel no había una villana tan rica en sus acciones, ¿te consideras la villana de la época actual?
Se logró un buen trabajo con ese conjunto de elementos, porque se
tenía el compromiso de lo que la gente quiere ver en relación a los
villanos. A las villanas en un melodrama rosa, siempre las mueve el
amor, la pasión, después viene el coraje a esa posibilidad de no tener
al hombre que quieren.
A Ana no la movía el amor, tenía otras características que pudieron
ser explotadas, y algo que siempre quisimos manejar fue el sentido del
humor negro, que si bien está en el género de la comedia y los trabajé
en mis dos últimos proyectos, aquí lo aplicamos en gran medida. De ahí
que al dotar de humor y sarcasmo a Ana, el público empezó a ver a una
villana diferente.
Las frases, ¿cómo se trabajaron, quién las escogía, qué tanto participabas tú?
Hay una persona detrás de mi trabajo, que es Uberto (su esposo), con
él nos hemos enfocado a respetar lo que es la curva melodramática de
la historia y créeme que lo de las frases no fue algo que se buscara,
pero que se fue dando en esa aplicación que te decía del humor negro. El
cual se trabajó ampliamente para que cada frase se diera en el momento
preciso, con la entonación adecuada y no resultara ofensiva.
¿Se convirtió Ana Leguina e Infames en el parteaguas de tu carrera?
Es un resultado de muchos años de trabajo, si yo solamente deposito
en este proyecto todo lo que he hecho, sería como tirar a la borda 15
telenovelas atrás, 15 años de experiencia que me han permitido crecer,
valorar lo que se tiene, y saber a dónde quiero ir.
Puedo decir que no es el máximo que he dado, estoy en una línea de
aprendizaje y de crecimiento; y lo digo con toda la sinceridad, porque
quiero seguir comprometida con la realización de grandes cosas.
Ahora esperaré a que llegue el personaje indicado. Y te puedo decir que Infames y Ana Leguina son un escalón más de esa carrera ascendente que quiero recorrer.
¿La relación con Epigmenio Ibarra fue buena, volverás a trabajar con él?
Soy agente libre y puedo trabajar con quien quiera, pero ahorita
estoy enfocada al cien por ciento a mi nueva etapa como productora en un
proyecto teatral, que nos llevará a estrenar la primera producción, la
obra 6.6.6. el 18 de diciembre en Punta del Este.
¿Valió la pena el sacrificio que implicó?
Sí, gracias a Dios. A veces se ignora lo que sucede de las puertas
de tu casa para adentro, pero te puedo decir que fueron muchos meses lo
que se sacrificio para darle vida a una ficción, y a quien le tengo que
agradecer esa paciencia es a mis hijos por haber permitido que su madre
se ausentara tanto tiempo y son ellos los que se llevan los aplausos.
¿Te gustó el final que le dieron a Ana Leguina?
Sí, me encantó, y cuando lo veas vas a saber por qué.