Culiacán, Sin. – ¿Qué puede hacerse con toneladas de huesos, cuero y vísceras de animales? ¿Qué destino tenían los restos malolientes que durante semanas afectaron la calidad de vida de los habitantes de la colonia El Palmito en Culiacán?, ¿Por qué alguien comercializaría dichos productos?; Son sólo algunas de las preguntas que surgieron al revelar el origen de los malos olores que prevalecieron en el sector.
Tras las denuncias, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Sinaloa (COEPRISS) en coordinación con Protección Civil del Municipio de Culiacán e Inspección y Vigilancia Municipal llevó a cabo una verificación y tras la visita de este martes las preguntas fueron respondidas.
De acuerdo a personal de dicha bodega, este producto se tritura y traslada en bolsas a la ciudad de Mexicali, Baja California, para su pulverización y elaboración de croquetas e ingredientes para ganado.
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Por desgracia, el lugar no contaba con permisos y por tanto es considerado clandestino, por lo que COEPRISS informó que durante la visita se les solicitó retirar el producto de la bodega para evitar un posible riesgo sanitario a la población.
Asimismo, se les pidió realizar acciones de limpieza en las instalaciones y pasar a las oficinas de COEPRISS para su asesoramiento para el apego a la normatividad.
Además, se les instruyó llevar un vactor para drenar la tubería, limpiar la zona aledaña a este establecimiento y posterior se realizó la suspensión de la bodega para evitar el ingreso de más producto.
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Con base en lo anterior, la COEPRISS hizo un llamado a la población en general a que denuncien los lugares donde se realicen malas prácticas de manipulación de productos de origen animal, qué pueden poner en riesgo la seguridad sanitaria y con ello la salud de la población.
