Los Mochis, Sin.- En el 2020, en medio de la crisis sanitaria de COVID-19 a nivel mundial, con hospitales saturados y colapsados, Fernando Solís Verduzco vivió en carne propia el mayor de los milagros de la Virgen de Guadalupe: superar el 1 por ciento de probabilidad de sobrevivir, tras sufrir un colapso que lo dejó sin estómago el resto de su vida.
El Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radiodifusión, Televisión y Telecomunicaciones sección Los Mochis- El Fuerte-Guasave conmovido todavía por esta segunda oportunidad de vida, como él lo considera, señala que siempre estará dispuesto a dar testimonio de la fe y poder de Dios y Nuestra Señora de Guadalupe.
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Él padeció un hernia diafragmática que, por ciertas complicaciones, en un inicio se diagnosticó como COVID-19, permaneciendo dos días en casa con oxígeno.
Sin embargo, se fue agravando hasta el punto de sentir un intenso dolor que no podía resistir.
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Su familia, preocupada, comenzó una peregrinación por hospitales, los cuales estaban saturados y no lo podían recibir, menos porque iba con diagnóstico de paciente COVID.
“¡Virgencita déjame regresar!”: Fernando Solis, un testimonio de los milagros guadalupanos
“De hecho, yo desde la calle les pedía que me inyectaran, no pudieron. De ahí me llevaron a otro hospital, mis hijos no me querían llevar al seguro porque yo traía COVID y ya habíamos tenido a un sobrino que se nos murió por COVID y nos lo dieron ya en la caja”.
“Llegamos al Hospital Fátima, al área de COVID, yo les decía que me inyectaran, hay un médico que me dice: tú no estás enfermo de COVID, tú debes de traer otra enfermedad, cuando yo estaba con papeles en mano de que lo que traía era COVID, a esa persona no la he vuelto a ver, esa persona, tuve la fortuna, de señalar que yo no traía COVID y por esa decisión me hace otro estudio y a los 20 minutos ven que no tengo COVID”.
“Estuve una noche, ya cuando me detectan esta situación y yo les digo a mis hijos al rato vengo, nada más que me inyectan para que se me quite el dolor. Ya entrando al hospital perdí conciencia y caí en crisis, de la cual la hernia diafragmática creció, me había picado el pulmón, me había subido el estómago, el estómago me movió el corazón y, pues, yo iba en una tremenda crisis ya catastrófica”, narra en medio de lágrimas del conocido comunicador a Línea Directa.
Tras sufrir esta crisis que lo llevó a coma, los médicos le informaron a su esposa que había mínimas posibilidades de que pudiera sobrevivir, incluso, le pidieron que reuniera a la familia para que se fueran despidiendo de él.
A pesar de lo que los médicos le decían, la esposa de Fernando Solís confiaba en que sí iba a salir adelante, porque lo dejaba completamente en manos de Dios y la Virgen de Guadalupe.
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“A mi señora le dijeron que tenía el 1 por ciento de vida y que se juntara, que juntara a mis hijos… era esperar. Pero, gracias a Dios fue dándose, momento a momento, mi recuperación, porque yo caí en coma; no tuve conocimiento de lo que estaba pasando… y, mira, me hicieron 4 operaciones”.
“Recuerdo el gran milagro de la Virgen de Guadalupe, recuerdo haber estado en ese limbo, en ese espacio, en donde yo me miré acostado, tipo, fetal. Yo me miraba y le dije a la Virgen de Guadalupe: Dios mío, virgencita, déjenme regresar, eso es de lo que recuerdo”.
“Y otro que recuerdo que, monseñor Manuel estuvo conmigo, que estuvo a las 11 de la noche de un sábado, en el área de terapia media o intermedia, pero un sábado en la noche que, de él nació ir conmigo, a estar ahí y eso lo recuerdo porque yo estaba inconsciente y recuerdo haber despertado y haberlo visto, de lo cual le voy a estar agradecido siempre. Y, recuerdo haber despertado y decirle: monseñor, gracias por estar aquí. Y me dice, vamos a orar y me vuelve a tocar la mano y otra vez me vuelvo a dormir. No recuerdo más, más que esos momentos, yo a él lo vi con mucha luz, con mucha luz, en un cuarto en el que no quisiera volver a estar nunca”, expresa entre lágrimas.
Fernando fue sometido a cuatro cirugías, en un proceso en el que todo el tiempo estuvo inconsciente, y en el que le hicieron un bypass general; es decir, le retiraron por completo el estómago.
Además, le quitaron la hernia diafragmática y reacomodaron su corazón, en cirugías de mucho riesgo.
“Yo regreso. Te estoy hablando de 45 días después, me levanto y me dicen que estaba operado, me dijeron lo que me habían hecho, a mi me retiraron mi estómago completo y fueron 4 operaciones, 2 o 3 de ellas estuve abierto, esto con asuntos en Guadalajara”.
Este 12 de diciembre, en el 490 aniversario de la primera aparición de la Virgen de Guadalupe en el Cerro de Tepeyac a Juan Diego, Fernando Solís Verduzco aceptó dar su testimonio a través de Línea Directa, para mostrar, su agradecimiento infinito por seguir con vida junto a su familia, amigos, seres queridos y realizando lo que más le gusta, comunicar.
“Yo solo tengo que agradecerle a todo nuestro auditorio, a toda la gente, que me apoyó en oración. Y, hubo una frase que me pusieron en el Facebook cuando yo puse un mensaje de que ya había regresado, ‘tuve en ejército de oraciones, así lo sentí. Yo le doy gracias a Dios, a la virgencita de Guadalupe y quiero que la gente vea que la fe existe, que la fe empieza con uno, que crece, que uno la puede desarrollar, que puede salir de lo más hondo y cuando más duro pega la vida, más hay que estar apegado a la fe, más hay que estar abrazado de Dios, más hay que estar agarrado de la Virgen de Guadalupe, de verdad, hay que acercarse”.
“Me ha visto mucha gente y me han dicho: tú eres un milagro, porque al final de cuentas yo no supe lo que pasó, yo no supe que estaba completamente inconsciente, que tenía el 1 por ciento de vida, yo regresé a la vida y esa fue la gran sorpresa, ese fue el gran milagro, y aquí estoy para dar testimonio donde sea, cuando sea y delante de quien quieran, en cualquier escenario, en cualquier lugar porque estoy contento, Diosito y la Virgen de Guadalupe me permitieron que esté de nuevo aquí para seguir viviendo y disfrutando”, enfatizó Fernando sumamente sensible.
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El locutor de La Mejor dijo que para él, los milagros no dejaron de suceder, porque, todavía en su proceso de recuperación, cuando más débil se sentía físicamente y emocionalmente, al enfrentar varias deudas, Dios y la Virgen le enviaron señales de que no estaba solo.
“Yo en casa recuperándome en mi recámara, solo habíamos dos personas, mi señora y su servidor, no había más porque debía estar resguardado, yo… me daba aroma a rosas, era un olor a rosas y hay gente que me dijo (se le quiebra la voz) que ahí estaba mi mamá, tu mamá nunca se ha ido de aquí, mi mamá falleció ya hace mucho tiempo, yo creo que hablar de madre y hablar de la Virgen… yo sentí su presencia, yo sentía los aromas, aromas que se perdían en la misma casa; pero a mí me daba el olor a rosas y mi señora también, lo sentí, lo olíamos y nos quedábamos con una tranquilidad”, dijo muy emocionado.
Fernando espera que su experiencia muy personal sirva a aquellas personas que están pasando por algún momento difícil en sus vidas, fortalezcan su fe y depositen toda su confianza en Dios y la Virgen y, así, como a él, les conceda el milagro tanto necesitan.
