Los Mochis, Sin.- La violencia familiar y más específicamente contra las mujeres se incrementa durante los fines de semana y los días de quincena ya que es cuando muchos hombres y jefes de familia tienen más dinero para consumir sustancias adictivas y está toda la familia en casa, destacó la encargada de la Secretaría de las Mujeres en Ahome (Semujeres), Rosario Esquer Lamphar.
En ese sentido ejemplificó que en la semana del 15 al 21 de abril al número de emergencias 911 se registraron 100 llamadas de auxilio por violencia familiar, las cuales fueron derivadas a la Secretaría de las Mujeres donde se les intentó dar seguimiento pero solo en 61 de esas llamadas aceptaron la ayuda, en el resto de los casos las otras personas no contestan o no quisieron ser atendidas.
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En la última semana, el reporte del 21 al 28 de abril registró 111 llamadas de violencia familiar al número de emergencias 911 de las cuales a 57 se les dio seguimiento por parte de esta Secretaría de las Mujeres.
En la mayoría de los casos los agresores consumen bebidas alcohólicas y otras sustancias ilícitas.
“La violencia más denunciada siempre es la violencia familiar, el padre agrediendo a los hijos, a las hijas, a la esposa. Es código urgente cuando hay peligro de feminicidio, cuando se está poniendo en peligro la vida de la víctima, eso es código urgente”.
Para apoyar a las mujeres y niños víctimas de la violencia familiar, la Semujeres en Ahome brinda un promedio de entre 100 y 160 asesorías psicológicas gratuitas cada mes, y entre 20 y 90 asesorías jurídicas tanto de personas que se acercan directamente a sus oficinas ubicadas en Guillermo Prieto casi esquina con Cuauhtémoc Altos, como al 911.
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En todos los casos reportados vía telefónica al 911, la Semujeres busca dar atención a las víctimas pero algunas personas no aceptan que se les dé seguimiento a su caso, otras responden que ya resolvieron su situación familiar en casa, otras cortan la llamada inmediatamente cuando el personal de la Semujeres les informa para qué les habla, y otras más no quieren saber del tema y argumentan que no son las protagonistas del problema, que solo pusieron la denuncia pero que la víctima es su vecina, por ejemplo.
En cambio otras personas sí aceptan la ayuda que se les ofrece después de llamar al número 911 pues para ellas es “como abrir la puerta para pedir auxilio”, precisó la psicóloga Rosario Esquer Lamphar.