Guasave, Sinaloa.- El claxon del tráiler sonaba triste, estremeciendo los corazones de quienes lo esperaban en el lugar donde tantas veces subió al volante para emprender largos recorridos cargado de mercancía. Esta vez, no fue él quien llegó, sino una urna que contenía sus cenizas.
La tragedia golpeó de manera abrupta a la comunidad de traileros y a la sindicatura de La Brecha, Sinaloa, con la noticia del fallecimiento de Luis Enrique, un joven conductor que perdió la vida en un fatal accidente mientras regresaba de entregar mercancía.
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Su última ruta se vio truncada por un pestañeo que lo llevó a impactar contra el muro de contención de la maxipista Mazatlán-Culiacán. El golpe dañó el tanque de gasolina de su unidad, desencadenando un incendio que le impidió escapar de la cabina.
Tras días de espera y angustia, el cuerpo de Luis Enrique fue identificado mediante estudios de ADN realizados por la Fiscalía General del Estado.
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Pasado el mediodía del viernes, sus restos, reducidos a cenizas, llegaron a Casa Ley, la empresa donde trabajó durante años. Ahí, sus compañeros de trabajo, con quienes compartió incontables viajes, le rindieron un emotivo homenaje bajo una frase que resonaba entre lágrimas: “Un trailero no muere, solo entrega su último viaje”.
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El trayecto final de Luis Enrique estuvo marcado por un respeto profundo de sus colegas y seres queridos. Después de ser homenajeado en la empresa, fue recibido por su familia y amigos en la sindicatura de La Brecha. La llegada de sus cenizas a la comunidad, alrededor de las 18:00 horas del viernes, fue acompañada por lágrimas y recuerdos de un hombre entregado a su trabajo y a su familia.
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La misa por su eterno descanso está programada para este sábado a las 16:00 horas en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, lugar que también verá congregarse a sus seres más cercanos para despedirlo con oraciones y gratitud por los momentos compartidos.
Luis Enrique no solo era un trailero. Sus compañeros, algunos de ellos veteranos del volante, lo recuerdan como un joven dispuesto a ofrecer ayuda en cualquier momento.
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Su partida deja un vacío en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo, pero su recuerdo seguirá vivo en cada kilómetro recorrido por sus colegas, quienes aseguran que su legado permanecerá en las rutas que tantos años transitó.
En este último viaje, Luis Enrique regresa a casa no solo como un trailero, sino como un joven que dejó huella en la vida de quienes lo amaron.
