México.– No es nada común que a deshoras de la noche o madrugada suene tu teléfono celular o el del lugar donde trabajas y sea supuestamente tu jefe o un “representante”, indicándote que existe un serio problema que amerita que de inmediato lo ayudes.
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Y menos normal será que posteriormente te dé una serie de explicaciones como que el SAT lo multará, que tuvo un accidente, o incluso que te despedirá si no vas y buscas en su oficina una cantidad de dinero que dejó en los cajones o en algún otro lugar que de momento por la emergencia, “no recuerda”.
Tampoco será para nada algo lógico que te pida que si encontraste el dinero vayas a una cadena de autoservicios a depositarlo o que busques un cajero bancario en donde puedas hacer el depósito.
Y claro, a menos que seas el contador de la empresa cabría una duda razonable, pero ¿y si no? Esta situación se ha estado generalizando en las últimas semanas en México y en específico en Sinaloa, en donde la extorsión del “licenciado y el ingeniero” están dejando víctimas al doble y hasta al triple.
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Y es que además de la toma de dinero de las instalaciones privadas de los directivos o dueños de empresas, los trabajadores engañados han destruido mobiliario, fotografiado documentos, violado candados, e incluso hasta cajas fuertes.
Esto, ya que los extorsionadores los enganchan a tal grado que bajo diversos argumentos los llevan a crear destrucción con tal de encontrar dinero que posteriormente puedan depositarles y ahí terminar su “trabajo”.
Pero esta situación es apenas el inicio de una bola de nieve que amenaza con sepultar al trabajador que se dejó llevar por la lealtad, obediencia o temor que le tiene a su patrón, y que ahora por su ingenuidad enfrentará muy probablemente denuncias penales por daños y perjuicios de su jefe real, ese que en ningún momento le llamó y probablemente jamás lo haría durante la noche o madrugada para que hiciera lo que hizo.
Así que si de pronto te sorprende una llamada ya sea por el teléfono convencional de tu trabajo o a tu celular que diga que “al licenciado, el ingeniero o tu jefe” les urge un dinero que está en su oficina y que te metas sin importar que debas destruir puertas, ventanas o equipos ¡cuelga de inmediato! ya que te convertirás en la mano ejecutora y por ende, en el principal sospechoso de robo y daños.
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Algunas empresas que ya pasaron por este tipo de situaciones han activado una serie de protocolos para que sus empleados estén informados y no caigan en esta penosa y también peligrosa situación.
- Evita responder a números desconocidos.
- Si respondiste, no olvides las palabras clave: ¿Quién llama? y ¿cómo consiguió mi número?
- Sé honesto y pregúntate ¿el dueño de la empresa me llamaría a mí para esto?, ¿se habrá equivocado?
- Siempre duda si te pide las cosas con prisa excesiva o comienza a amagarte con correrte si no haces caso.
- ¿Por qué tengo que darle información o ser yo quien busque entre sus cosas personales dinero si no soy ni el contador, ni responsable?
- ¿Sería normal que tu jefe te pida que destruyas mobiliario por un tema de dinero?
- ¿No sería más viable que tu jefe o dueño de empresa hubiera llamado a su particular o incluso ir él mismo a buscar dinero entre sus documentos o abrir la caja fuerte?
- Que tu jefe o dueño de la empresa te amenaza con correrte o asesinarte es un delito, así que cuelga y llama de inmediato a la policía.
Cuando los extorsionadores detectan que no caíste, comenzarán a levantar la voz y aumentarán el nivel de amenazas, mejor no les sigas el juego, cuelga y llama al 911 para hacer el reporte.
También es importante que envíes un mensaje o llames a tu jefe directo, le indiques la situación y estén prevenidos, porque así como te ocurrió a ti, otra persona puede ser sorprendida y caer.
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La imaginación de los delincuentes no tiene límites y los métodos que utilizan para infundir temor y pedir dinero puede ser algo parecido a las siguientes situaciones:
- Hacer creer que un pariente está en problemas y requiere dinero.
- Fingir que se tiene secuestrado a un miembro de la familia.
- Amenazar con hacerte daño a ti o a uno de tus familiares.
- Chantajear con difundir información personal o profesional comprometedora.
- Ofrecer ayuda para eludir algún supuesto problema legal.
- Asegurar que serás despedido.
¿Qué hacer en caso de extorsión? Los consejos que dan las autoridades son:
- Mantener la calma.
- No acceder de inmediato a las demandas, pero tampoco negarse rotundamente.
- Contactar de inmediato a la persona supuestamente secuestrada o en peligro.
- Comunicar el hecho a otros parientes, amigos o compañeros de trabajo.
- Tomar nota de todos los datos proporcionados por el interlocutor, sus demandas y el número telefónico del cual se hizo la llamada.
- No proporcionar ninguna información personal ni bancaria, ni tuya ni de terceras personas.
