Los Mochis, Sin.- Los tarahumaras del vecino estado de Chihuahua son la población de trabajadores jornaleros migrantes en Sinaloa más vulnerables debido a que tienen mayores niveles de desnutrición, más pobreza, dificultad para entender español y falta de escolaridad, informó la titular de la Secretaría de las Mujeres en Sinaloa (Semujeres), María Teresa Guerra Ochoa.
Entrevistada durante la firma del convenio signado con la Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM) para establecer programas de prevención, servicio social, entre otros, la funcionaria explicó que Semujeres ha detectado que la población migrante que viene de la Sierra de Chihuahua enfrenta situaciones más difíciles en comparación con los trabajadores de otras comunidades indígenas que llegan de estados como Oaxaca y Guerrero.
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“Para las familias migrantes de Chihuahua las condiciones son más difíciles por varios temas: desnutrición, pobreza todavía más recrudecida, dificultad para entender el español y no continuidad escolar”.
Las familias de trabajadores tarahumaras migrantes, al igual que los jornaleros procedentes de otras etnias que laboran en campos agrícolas de Sinaloa subsisten en condiciones de hacinamiento que provocan varios problemas sociales y de salud.
Uno de ellos es la alta estadística de embarazos en adolescentes, pues en las comunidades indígenas a veces hay niñas de 14 años en gestación, lo cual es un riesgo para su salud, además de su inmadurez para asumir la responsabilidad de ser madres, por lo que Semujeres impulsa programas preventivos, destacó Guerra Ochoa.
Esta situación es una problemática fuerte en las comunidades indígenas y población migrante por la que Sinaloa está por encima de la media nacional en embarazos adolescentes y México figura en el escenario internacional como un país con altos índices de embarazos tempranos, puntualizó la secretaria de las Mujeres en Sinaloa.