Badiraguato, Sin.- “Está cayendo la segunda lluvia fuerte en el hermoso municipio de Badiraguato,” se escucha en un audio de Alejandro Caro Corona, quien siempre comparte las buenas nuevas sobre lo que ocurre en la zona serrana. En el audio se percibe la emoción de Alejandro, acompañada por el repiqueteo de la lluvia, que suena como una bendición, como un milagro después de varios meses de sequía.
El pasado 6 de junio se registró la primera lluvia fuerte, que renovó el paisaje al reverdecer la zona serrana, que ya se encontraba seca ante la falta de agua y hoy, a menos de seis días, vuelve a caer el agua a cántaros sintiéndose como una caricia en comunidades como Santa Gertrudis, La Tuna, y Surutato, por mencionar algunas.
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Además del audio, Alejandro Caro Corona compartió algunas imágenes en las que se observa cómo las nubes grises cubren el cielo y se filtran levemente los últimos rayos de luz solar del día. Estos remanentes de luz se posan sobre las colinas cubiertas de pinos convirtiendo esas imágenes en una postal que parece sacada de una revista.
La lluvia no solo revitaliza la vegetación sino que también refresca el ambiente y llena de vida esta pintoresca región montañosa.
En las imágenes se observan algunas construcciones sencillas y vehículos estacionados que invitan a los acalorados sinaloenses a estar ahí, en medio de ese entorno natural bendito por las lluvias que genera esperanza de que en pocos días estas se extiendan a otras regiones donde hacen falta como es el caso de Culiacán, cuyos ríos están secos.
A diferencia de la sierra sinaloense, en la capital, especialmente en el casco urbano, lo más que ha caído son algunas gotas dispersas que han pasado desapercibidas; de esas que uno descubre al observar el parabrisas del vehículo al amanecer. A pesar de eso, Badiraguato y las lluvias en su sierra renuevan la esperanza e invitan a decir: ¡ya falta poco! ¡Muy poco!