Culiacán, Sin. En Sinaloa no hay signos de alarma después del asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda y la detención en Estados Unidos de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, el pasado 25 de julio, afirmó el gobernador Rubén Rocha Moya, al invitar a la población a realizar sus actividades cotidianas de manera normal.
En entrevista con Línea Directa, el mandatario estatal comunicó que los estudiantes pueden acudir a sus clases una vez que inicie el ciclo, y los papás a sus trabajos, como cotidianamente lo realizan.
Rocha Moya recordó que pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que apoyara a Sinaloa para contener cualquier secuela violenta que pudiera darse después de los hechos del 25 de julio, de tal manera que arribaron a la entidad 600 elementos militares y han estado llegando más, pero su tarea es la de prevención y resguardo.
“No creo que tengamos (otro ‘Culiacanazo’), no quiero decir cosas que no tenga debidamente estudiadas, pero no tenemos cosas extraordinarias, me importa mucho este tema, me importa mucho la tranquilidad de la gente, la gente debe andar tranquila, el cuidado normal, no tenemos cosas extraordinarias, el gobernador anda igual en condiciones normales, quiero decirle a la gente que estamos atentos para garantizarle la seguridad, estamos con el regreso a clases, yo les quiero decir que todos normalitos, los papás hacer la vida normal, no tenemos motivos de alarma”, dijo.
El gobernador de Sinaloa comunicó que se está procurando sobre todo evitar secuelas violentas y hasta el momento no ha habido como tal, a excepción de los asesinatos sucedidos en Elota recientemente.
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Añadió que los elementos militares que han arribado a la entidad están trabajando para contener probables encuentros violentos entre grupos, pues siempre puede haber problemáticas de confrontación, no obstante, no se ha tenido un escenario de esa naturaleza, pero en la Mesa de Seguridad se analizan todas las probabilidades y se trabaja para contener o evitarlas.
“Lo que ocurre es que ellos tienen una estrategia sobre todo de bloquear los presuntos o probables encuentros que pueda haber entre grupos. Ellos [el Ejército, la Marina] tienen estrategias militares, en el sentido de tratar de detener cualquier encuentro, porque están involucrados dos grupos desde el día del evento, del 25”, expresó.
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