Culiacán, Sin.- El herpes zóster, también conocido coloquialmente como “culebrilla”, es una infección viral que causa una erupción dolorosa en la piel, muy dolorosa, informó la dermatóloga clínica Teresa Torres, del Centro Dermatológico de Sinaloa.
Detalló que el herpes zóster es causado por el virus de la varicela zóster que se contrajo durante la infancia y después de recuperarte de la varicela, el virus ingresa en el sistema nervioso y permanece inactivo durante años.
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“A veces, el virus se reactiva y produce herpes zóster. Sin embargo, no todas las personas que han tenido varicela desarrollarán herpes zóster. Es más común que aparezca en adultos mayores y en personas con sistemas inmunitarios debilitados”, dijo.
Indicó que el dolor suele ser el primer síntoma. Para algunos el dolor puede ser intenso, puede haber ardor o sensibilidad al tocar la zona, fiebre, dolor de cabeza, cansancio, según la zona donde se ubique la lesión, a veces puede confundirse con problemas del corazón, los pulmones o los riñones y algunas personas con herpes zóster sienten dolor sin llegar a tener sarpullido.
Detalló que por lo general aparece una sola franja de ampollas que envuelve el lado izquierdo o derecho del torso y que en ocasiones esta erupción se produce alrededor de un ojo o en uno de los lados del cuello o la cara.
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La especialista comentó que hasta que se forme la costra sobre las ampollas del herpes zóster puede contagiar a las personas que no hayan tenido varicela. No obstante, una vez infectada, la persona tendrá varicela en lugar de herpes zóster.
La persona con este virus debe evitar el contacto físico con cualquier persona que aún no haya tenido varicela o que no se haya vacunado contra esta enfermedad, así como también con personas con el sistema inmunitario debilitado, mujeres embarazadas y recién nacidos.
Añadió que el tratamiento temprano es con antivirales que pueden acortar una infección por herpes zóster y disminuir la posibilidad de complicaciones y para aliviar el dolor y la comezón, tomar un baño con agua fría o colocar compresas húmedas y frías sobre las ampollas, y si es posible, intentar reducir el estrés en tu vida.