Mazatlán, Sin. – El obispo de la Diócesis de Mazatlán, Mario Espinoza Contreras, encabezó este domingo la celebración de la pascua y destacó que todo lo que hizo Jesús al morir en la cruz, fue un sacrificio por todas las personas del mundo, por lo que la manera de recordarlos, es por medio de la eucaristía.
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En la celebración que encabezó este domingo y con la que se le dio fin a una de las celebraciones más importante de la iglesia católica que es la Semana Santa, el obispo reconoció el sacrificio que Jesús hizo por sus hijos, al aguantar el sufrimiento de los golpes a los que él no respondió, y con el que enseñó que la violencia no es la solución a los problemas.
“Él transformó desde de dentro, el acto de violencia de los hombres contra él, en un acto de entrega a favor de esos mismos hombres. Es un acto de amor; no responde a la violencia con violencia, sino que pone fin a la violencia transformándola en amor. el acto de asesinato, de la muerte, es transformado en amor. Esta es la transformación que el mundo necesita, la única que puede redimir al hombre”, enfatizó el clérigo.
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El obispo de Mazatlán invitó a los fieles creyentes a participar más en la celebración eucarística para ser beneficiado por tan don pascual, así como también pidió estar más en oración ante el santísimo y se antepongan los anhelos y necesidades incluyendo el mundo entero.
Reiteró que el misterio pascual es una invitación a unir con cristo la ofrenda de lucha, de terminar con el pecado, el odio, la injusticia, la venganza, las envidias y la indiferencia por los demás.