Guasave, Sinaloa. La reciente propuesta de Donald Trump de implementar deportaciones masivas de inmigrantes ilegales y gravar las remesas enviadas a México podría desatar una crisis económica y social sin precedentes en el país, advirtió Cristina Ibarra, presidenta del Colegio de Economistas de Sinaloa. Estas medidas, de materializarse, impactarían directamente a millones de familias mexicanas que dependen de estos recursos como su principal fuente de ingreso.
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Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México lidera la recepción de remesas en América Latina, acumulando 64 mil 247 millones de dólares al cierre de 2023, equivalente al 3.9 por ciento del PIB. Se espera que esta cifra alcance los 65 mil millones de dólares en 2024. Las remesas, además de sostener el consumo diario de los hogares, se invierten en bienes duraderos, construcción de viviendas y pequeños negocios, lo que las convierte en un motor clave para la economía nacional.
“Si estas medidas se implementan, México enfrentará una caída abrupta en la demanda interna, pérdida de empleos y un impacto devastador en las comunidades rurales, donde se concentra el 70 por ciento de los migrantes que envían remesas”, señaló Ibarra.
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Un análisis del Colegio de Economistas estima que una reducción de un punto porcentual en el PIB debido a la caída de remesas podría traducirse en la pérdida de más de 200 mil empleos formales. Esto afectaría especialmente a estados como Guanajuato, Veracruz y Oaxaca, principales emisores de migrantes, que ya enfrentan serios retos en la generación de empleo.
Además, los datos del Inegi indican que en Estados Unidos residen al menos 11.5 millones de mexicanos de primera generación, quienes, junto con sus descendientes, constituyen una parte significativa de los recursos enviados al país. Con la tasa actual de generación de empleo en México apenas alcanzando un crecimiento del 1 por ciento, un escenario con menos remesas y más migrantes retornados profundizaría la precariedad laboral.
“Estas amenazas no solo afectan a las familias receptoras, sino a toda la economía mexicana, que depende de las remesas para sostener empleos, incentivar el consumo y generar inversión en regiones vulnerables”, concluyó Ibarra.
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Las propuestas de Trump no solo desafían la relación entre México y Estados Unidos, dijo, sino que podrían poner a prueba la capacidad del país para enfrentar una tormenta económica en 2025, con fuertes implicaciones sociales que dejarían huellas profundas en las comunidades más vulnerables.
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