Mazatlán, Sin.- La vida de María Francisca Vázquez Fonseca de 76 años y la de sus nietas dieron un giro inesperado para bien: ha cumplido su sueño de tener una casita de material, digna y segura, donde podrá vivir tranquilamente el resto de sus días.
El Sistema DIF Mazatlán a través de su voluntariado y el apoyo humano del Ayuntamiento, contribuyeron en mejorar la calidad de vida de doña Panchita con una nueva vivienda.
Y es que cuando llovía su humilde casa de láminas, bolsas negras y madera ubicada en la colonia Francisco I. Madero, se convertía en un colador, lo que hacía que dormir fuera prácticamente imposible para ella y sus nietas.
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A su condición humilde se le suma que sufre el Síndrome de Diógenes, trastorno del comportamiento humano que se caracteriza por la acumulación de basura y otros objetos, por lo que su humilde hogar estaba convertido en un basurero.
Doña Panchita, como se le conoce en el barrio, dice que todos los días oraba para que Dios la ayudara a tener un cuartito al menos, y no pasar otra temporada de lluvias con la cama y ropa mojadas.
Gracias al Sistema DIF Mazatlán que representa María Teresa Apodaca Muñoz, a través de su voluntariado y con el apoyo humano de los trabajadores del gobierno municipal que encabeza el alcalde Édgar González, el milagro llegó.
Con diferentes eventos recaudatorios realizados por el Voluntariado DIF Mazatlán, se logró la construcción de un pie de casa para Panchita, mismo que incluyó ventanas y puertas de acero para su mayor seguridad, así como un amplio baño completamente equipado.
Y por si fuera poco, un hermoso jardín con rosas rojas y blancas, así como pasto delimitado por un enrejado.
Su nuevo hogar fue amueblado con una cama nueva, sábanas, colcha, almohada, colchoneta, toallas de baño, un pequeño comedor, estufa, refrigerador, un mueble para su televisor, además de cortinas, mantel, platos, vasos, cubiertos, ollas diversas y despensa para que inicie una nueva vida.