Guasave, Sinaloa.- Lo que comenzó como una llamada de un número desconocido en WhatsApp, se convirtió en un infierno de ocho horas para un comerciante local, víctima de una elaborada extorsión telefónica.
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“Fue un infierno, quedé traumado”, relató la víctima, quien accedió a compartir su historia a Línea Directa para advertir a la ciudadanía sobre este tipo de delitos.
Según narró, todo inició con una llamada telefónica desde un número local y la situación pronto tomó un giro amenazante. Los criminales afirmaron que el empresario había compartido información confidencial que comprometía a un grupo armado.
“Primero me preguntaron el nombre de mi mamá, luego me acusaron de haber proporcionado datos a través de un video, lo cual es completamente falso. Después me exigieron comprar un chip nuevo y realizar una recarga de 50 pesos, y a este número se estuvieron comunicando”, explicó.
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La víctima relató que durante las ocho horas de la llamada no pudo moverse ni comunicarse con nadie. “Ellos tenían todo planeado. Sabían exactamente en qué ubicación estaba y monitoreaban cada uno de mis movimientos. Me daban instrucciones específicas, como cruzar ciertas calles o quedarme en el estacionamiento de un lugar”, aseguró.
“Fue un infierno. Yo le di toda la información yo solo, caí, desgraciadamente, me atonté la verdad. Les voy a decir, fueron los 5 minutos del día, pero fueron 6 horas. 6 horas le digo que yo mismo le di los números de mi familia. Cuando yo reaccioné, pues ya era tarde, ya le habían sacado dinero a mi familia. Nos endeudamos con 20 mil pesos. Es bien feo, quedé traumado yo”, relató.
Los delincuentes mezclaban amenazas con manipulación psicológica. En ocasiones hablaban de manera amable y en otras utilizaban insultos para presionar a la víctima.
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“Parecía que eran varias personas”, mencionó.
Uno de los aspectos más alarmantes fue la capacidad de los extorsionadores para bloquear las funciones del teléfono. Según la víctima, no podía acceder a sus contactos ni utilizar otras aplicaciones mientras permanecía en la llamada.
“Cada vez que intentaba hacer algo, ellos lo detectaban. Incluso lograron realizar llamadas a mi familia desde mi número, fingiendo que yo estaba en peligro”, explicó.
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La organización detrás de este crimen mostró un nivel de sofisticación que sorprendió a la víctima, quien se considera una persona precavida.
“Yo nunca abro enlaces desconocidos ni comparto información personal. Sin embargo, esta vez lograron intimidarme al punto de que creí que realmente me estaban vigilando físicamente”.
Después de horas de incertidumbre, el empresario logró desconectarse de la llamada y comprar un nuevo chip para restablecer el contacto con su familia.
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“Fue en ese momento cuando entendí que todo había sido una extorsión. Pero el daño emocional ya estaba hecho. Aún siento miedo de recibir llamadas desconocidas”, confesó.
Ante este caso, las autoridades y expertos en ciberseguridad recomiendan:
1. No contestar llamadas de números desconocidos.
2. Evitar compartir información personal por cualquier medio, especialmente en redes sociales.
3. Desconfiar de mensajes o llamadas que soliciten descargas de aplicaciones, compra de tarjetas o recargas telefónicas.
4. Colgar inmediatamente si la llamada toma un tono amenazante o sospechoso.
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Las extorsiones telefónicas siguen siendo un problema creciente en México. Según estadísticas recientes, estos delitos han evolucionado para aprovechar herramientas tecnológicas, lo que dificulta su rastreo y combate.
Este caso es un recordatorio de la importancia de mantenerse alerta y preparado ante tácticas cada vez más elaboradas de los delincuentes. Mientras tanto, el comerciante espera que su experiencia sirva como advertencia para otros y llama a las autoridades a reforzar las medidas contra estos delitos.
