Los Mochis, Sin.- Bernardo Ramírez Velázquez, originario de El Pochotal, El Fuerte, se contagió de COVID-19 durante los primeros meses del 2020, cuando trabajaba en un campo agrícola en San Luis Río Colorado, Sonora. Y, aunque logró sobrellevar todos los síntomas, ahora enfrenta secuelas que no lo dejan y merman su calidad de vida: el hipo y problemas gastrointestinales.
Desde que se despierta y hasta que se duerme sufre de constantes contracciones involuntarias en su diafragma -hipo-, tanto, que se cansa y fatiga, se siente débil y se pone de mal humor porque afecta su energía y ánimo para trabajar.
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Fue hasta que se hizo una tomografía toráxica, por indicación médica, que le detectaron un derrame pleural, a consecuencia del COVID-19 que sobrellevó, y es el origen de su problema.
“Me empezó nada más así, nada más me empezó, se me hizo como un hipo normal, pero pasaron los días, me dio tres días y así, cada quince días, tres días; y me fue dando cada ocho días, tres días, pero a veces me dura hasta seis días que no se me controla, de hecho, cuando me duermo ya no sé, pero me pongo de pie y comienza otra vez; pero ahora me ha estado dando más seguido”, dijo el vecino de El Pochotal.
Gracias al apoyo de los Médicos Voladores y los medicamentos recetados, logró controlar su hipo y poco a poco ir retomando sus actividades normales, así como paliar sus problemas gastrointestinales que también comenzaron tras padecer COVID.
Sin embargo, destaca que la mayoría de las personas que acuden a consulta con los Médicos Voladores, son pacientes con una o varias secuelas del virus SARS-CoV-2, las cuales a pesar de haberse sobrepuesto a la enfermedad, señalan a los especialistas que su calidad de vida no es la misma tras el padecimiento.
Por ese motivo, los médicos indicaron que es importante seguirse cuidando, para evitar volver a contagiarse de la enfermedad, para ello, exhortaron a seguir haciendo uso de cubrebocas, lavado de manos continuo y del gel alcoholado.