Guasave, Sinaloa.– La perseverancia no tiene edad y don Jesús Manuel Rojas es el mejor ejemplo de ello. A sus 74 años, este jueves 13 de febrero logró la aprobación unánime de su examen de conocimientos para obtener el título de Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Occidente (UAdeO), unidad Guasave.
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El hombre que el pasado mes de diciembre celebró su graduación llegó puntual a su cita en el auditorio del campus Guasave de la Universidad Autónoma de Occidente. Su presencia resaltaba entre los estudiantes, no solo por su edad, sino por la inspiración que su historia ha generado en la comunidad.
Este jueves, en un examen individual, don Manuel demostró sus conocimientos y habilidades jurídicas, logrando la aprobación unánime del jurado. Ahora, con su título en mano, está listo para ejercer su profesión y demostrar que la edad nunca es un límite para el aprendizaje y el crecimiento personal.
“¿Con justa retribución a la sociedad que proporcionó los medios para su formación, protesta desempeñar con honradez, lealtad y esmero, los trabajos que se le encomienden, fomentar la cooperación, la cordialidad, el compañerismo y la superación de su profesión, respetar a la universidad y coadyuvar en los trabajos que se le encomienden?
-Sí, protesto…”, respondió el hombre de 74 años que iba vestido con su pantalón formal de color negro y una sudadera de color rojo que evidenciaban su humildad, pero a la vez su grandeza.
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“Muchas felicidades, don Manuel”, le dijo el coordinador Leonardo Maldonado Dado, coreado por el personal de la Universidad que estuvo presente en este emotivo momento en el que el hombre hace de nueva cuenta, gala de su perseverancia.
Originario de la comunidad de Norotillo Gato, Guasave, don Manuel ha demostrado que nunca es tarde para cumplir los sueños. Para costear sus estudios, ahorró 100 mil pesos con años de trabajo en el campo, rentando pequeños terrenos y sembrando diversos cultivos.
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Su disciplina fue clave: su jornada comenzaba a las 3:30 de la madrugada, caminaba 3 kilómetros para tomar el camión que lo llevaría a la universidad, y jamás permitió que la edad o las dificultades físicas fueran un impedimento.
Su historia es un testimonio de esfuerzo y superación, y un recordatorio para todos aquellos que postergan sus sueños: nunca es tarde para alcanzarlos.