Los Mochis, Sin.- Marisa Vega tiene 48 años y en mayo pasado fue diagnosticada con cáncer de mama, por lo que su vida dio un gran giro, pero gracias a la detección oportuna que recibió durante el ultrasonido mamario que anualmente se practica junto con la mastografía pudo salvar su vida, compartió a Línea Directa.
Desde que se enteró de su enfermedad de inmediato inició el tratamiento por lo que hace tres meses fue sometida a una mastectomía bilateral así como a una posterior reconstrucción inmediata de sus senos que se le pudo realizar porque afortunadamente sus ganglios no estaban afectados, explica agradecida con la vida y su familia.
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Ella expresa que tiene que seguir con chequeos de rutina y seguir en tratamiento médico por cinco años, el cual consiste en una pastilla diaria y la aplicación de una inyección cada tres meses, con lo cual hasta ahora se siente bien.
Marisa llama a las mujeres a que no dejen de revisarse con la autoexploración manual y sobre todo de hacerse la mamografía y el ultrasonido mamario periódicamente, ya que en su caso ella no tenía ningún síntoma ni cambio aparente en la piel o forma de sus pechos, pero el ultrasonido reveló que padecía cáncer en etapa 1.
“Es muy fuerte el impacto porque no te lo esperas, nadie nos esperamos que nos digan tienes cáncer y desafortunadamente al escuchar la palabra cáncer piensas en muerte pero no es así, cuando se detecta a tiempo hay muchísima esperanza y aquí estamos”.
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Marisa precisa que en su caso ha tenido mucho apoyo de su esposo, de sus dos hijos y su familia porque como equipo tienen que salir adelante juntos y unidos.
Además, resaltó que ha sido muy importante el acompañamiento que ha recibido del grupo de autoayuda de mujeres con cáncer de mama Recuperación Total (Reto), del cual es integrante.