Los Mochis, Sin.– El 21 de enero se celebra el Día Internacional del Abrazo y aunque seguramente has escuchado que los abrazos son la mejor medicina para el alma, y que a mayor cantidad de apapachos diarios recibidos es mejor la dosis de afecto para el bienestar de las personas.
Sobre este tema, el experimentado psicólogo Guillermo Dórame Hernández, explicó que el abrazo, además de representar contacto físico, seguridad, aceptación y confianza ante una persona especial, durante esta acción se secretan sustancias bioquímicas que fortalecen el sistema inmunológico, entre otros beneficios muy importantes para la salud, que previenen la demencia, equilibran la presión arterial, oxigenan las células y rejuvenece a las personas.
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“Un abrazo rejuvenece, es decir, al momento de darse todo esto se oxigena la sangre, se oxigenan las células, y pareciera ser que el abrazo puede evitar ir en busca de un cirujano plástico porque rejuvenece a las personas, y algo más que va de la mano con esto, es que favorece la tensión arterial, la equilibra”.
El abrazo fortalece el sistema inmunológico, previene la demencia y rejuvenece: Especialista / Foto de Mireya Trejo
Entre los muchos aspectos positivos del abrazo, el terapeuta señaló que es muy importante para el desarrollo psicológico desde los primeros momentos de vida del ser humano, es decir, desde que es bebé, así como cuando es adolescente, adulto y persona de la tercera edad, pues el abrazo en sí mismo reduce el enfado y la apatía, ya que es momento de darse todo.
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Cuando abracemos a alguien es importante que sintamos ese abrazo, la recomendación es darnos permiso de sentir hasta dónde la persona está ocupando el contacto que le transmite seguridad y confianza en ese momento, añadió el psicólogo Dórame Hernández.
El abrazo fortalece la autoestima, y por ello la persona experimenta felicidad, algo muy necesario en las relaciones humanas, así como para fortalecer las habilidades sociales y prevenir conflictos en los ámbitos familiar, laboral, comunitario, o en cualquier espacio que se encuentre el ser humano, por pequeño o adulto que sea, puntualizó el especialista.