Guamúchil, Sin.- “¿Por qué no se esperaron un día más a que me fuera?”, lamentó Norma Campos, una mujer de Aguascalientes que el pasado jueves 5 de enero viajaba de Los Mochis a Culiacán para abordar el avión que la llevaría de vuelta a su casa, y quedó varada en Guamúchil, ante la violencia que se desató en Sinaloa tras la detención de Ovidio Guzmán.
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Manifestó que sus compañeros del autobús en que viajaba, empezaron a comentar y no se notaban tan inquietos como ella, quien solamente por televisión había visto hechos de esta naturaleza y ahora le tocó estar en vivo y en primera fila.
“Por la televisión nada más lo veía y sabía, pero ya tenerlo así de cerquita, yo me ‘shockié’ y después, pues mucho miedo y yo estaba temblando completita y con muchas ganas de llorar pero me contuve, porque dije: no, igual y el papelón que voy a hacer aquí”.
Norma indicó que pasó las fiestas decembrinas en Los Mochis con algunos familiares, y para ella fue muy duro pasar de un ambiente agradable, de convivencia, con paz y armonía, a una situación de terror y zozobra.
Duro pasar de la convivencia en paz y armonía, a una situación de terror y zozobra: Norma
A pesar de todo, dijo, está agradecida porque en medio de una situación difícil, encontró gente solidaria y no tuvieron que quedarse en la carretera desamparados y sin comida.
Agregó que su familia está preocupada por ella, pero espera poder continuar con su camino hacia Aguascalientes lo más pronto posible.
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Tenía siete años sin venir a Sinaloa y con esta experiencia no sabe cuánto tenga que pasar para que se atreva a regresar.
