Culiacán, Sin.- La sindicatura de Jesús María, ubicada a unos 45 minutos al norte de la ciudad de Culiacán, se volvió famosa incluso a nivel internacional por ser el lugar donde fue detenido la madrugada del jueves Ovidio Guzmán López.
Sin embargo, esto también provocó que durante más de 24 horas, sus habitantes estuvieran “desconectados” por completo del “mundo exterior”, lo que provocó el miedo y la angustia de sus familiares que viven fuera de la zona.
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Línea Directa recibió testimonios de algunas personas que, desesperadas por no saber nada de sus familias que habitan en esta zona serrana, se aventuraron para ir para allá, sin mayor garantía de seguridad, pero con la urgente necesidad de saber si sus seres queridos se encontraban bien, y no les importó que para ello tuvieran que mover “cielo, mar y tierra”.
Una ciudadana con familia en Jesús María narró a este medio que salió de Culiacán minutos antes de las 11:00 de la mañana de este viernes y al llegar al crucero de la México 15 con el entronque hacia esa comunidad, se topó con un camino cerrado por elementos del Ejército, con ponchallantas, y piedras que evitaban la circulación de vehículos.
Ya no podía con la desesperación por lo que se dirigió hacia un soldado porque quería saber de sus seres queridos, sin embargo, no recibieron ninguna respuesta, por lo que pidió de favor a un militar para que las dejara pasar.
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La respuesta por parte del elemento castrense en un primer momento fue un rotundo no, pero posteriormente, al hablar con los altos mandos, quitaron las piedras además de ponchallantas, para abrir el acceso por 10 minutos.
De inmediato acudió a su vehículo junto con otras familiares que esperaban ingresar a la sindicatura y durante el recorrido observó que todavía continuaban sobre la carretera de acceso, diversos vehículos que fueron incendiados durante los enfrentamientos del nuevo Jueves Negro.
Los vehículos calcinados fueron grabados con su dispositivo durante el trayecto, y también grabó evidencia de un casquillo de Barrett calibre 50 que fue hallado en el lugar del enfrentamiento.
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Incluso, uno de los domicilios de la comunidad quedó marcado con los impactos de disparos que provenían de un helicóptero de las Fuerzas Armadas, y es que supuestamente en dicha casa se refugiaron sicarios que buscaban impedir la captura de Ovidio Guzmán.
Según las versiones de los residentes –que no han podido ser corroboradas oficialmente-, fueron varios los vecinos de Jesús María que fallecieron en el enfrentamiento con las fuerzas federales y algunos de los cuerpos sin vida se quedaron en el suelo durante más de 24 horas y fue hasta este viernes que los retiraron.
Los militares presuntamente no permitían que las mujeres pudieran salir a comprar a una tienda alimento o alguna bebida horas después de este despliegue que se llevó a cabo en esta comunidad serrana.
La molestia generó incluso una movilización de las vecinas, casi puras mujeres pues se dice que quedan pocos hombres en el pueblo. En su protesta, pedían la salida de los militares.
Posteriormente, pobladores y familiares comunicaron que el Ejército estaba permitiendo el acceso a la comunidad y se difundió la versión de que los soldados habían salido de ahí, aunque solo se pudo confirmar que hubo una retirada parcial de una zona de viviendas particulares, y la vigilancia castrense en la zona continúa hasta nuevo aviso.
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