Guamúchil, Sinaloa. – Juan José Castro Figueroa, alias “El Cuate”, quien permanecía prófugo de la justicia desde el primer “Culiacanazo“, es quien fue abatido este miércoles por fuerzas militares en un operativo que se extendió desde la sindicatura de Pericos hasta la carretera Internacional México 15, a la altura del poblado de Tierra Blanca, en Salvador Alvarado.
Fuentes cercanas a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía General del Estado confirmaron que “El Cuate” era considerado un objetivo de alta peligrosidad.
Debes leer: Se ven dos helicópteros: graban operativo que dejó un civil abatido en Tierra Blanca, Salvador Alvarado
Su muerte ocurrió tras una persecución que incluyó unidades terrestres y helicópteros artillados tipo Black Hawk, lo que provocó el cierre de la rúa federal durante más de diez horas.
Juan José Castro se encontraba prófugo desde el 17 de octubre de 2019, cuando logró escapar del penal de Aguaruto durante el violento episodio conocido como el primer “Culiacanazo”, ocurrido tras la captura y posterior liberación de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Conoce la información policíaca en la sección especial de Línea Directa
Durante aquel día, un comando armado irrumpió en el penal de Aguaruto y facilitó la fuga de al menos 49 internos, entre ellos Castro Figueroa, quien estaba recluido por el delito de portación de arma de fuego.
Desde entonces, Juan José había logrado evadir a las autoridades, hasta que fue localizado esta semana por personal militar en la zona norte de Culiacán. La persecución culminó en Salvador Alvarado, donde fue alcanzado por fuego aéreo mientras conducía un vehículo Toyota Corolla.
Te puede interesar: Prófugos: faltan por “ubicar” a 38 de los reos fugados del penal de Aguaruto en el Culiacanazo de 2019
Tras el enfrentamiento, la zona fue acordonada y asegurada por personal de Sedena, Guardia Nacional y policías estatales, mientras peritos de la Fiscalía realizaban las diligencias correspondientes.
Con esta acción, las autoridades federales buscan reafirmar su estrategia de búsqueda y neutralización de individuos ligados a eventos de alto impacto en la historia reciente de Sinaloa.