Estados Unidos. Estados Unidos atraviesa un resurgimiento del sarampión, con cifras que ya duplican las de todo el año anterior. Tennessee es el décimo estado con brotes activos, en medio de una tendencia nacional impulsada por la caída en las tasas de vacunación.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirmaron que más de 800 personas han contraído sarampión en 2025, una cifra que preocupa a epidemiólogos y autoridades de salud pública. Tennessee se incorporó recientemente a la lista de estados con brotes activos (tres casos o más), al reportar seis contagios confirmados en su región central. Aunque el Departamento de Salud estatal no ha declarado formalmente un brote, ya figura en los informes federales.
Texas continúa siendo el foco más preocupante, con 624 infecciones, dos muertes infantiles y decenas de hospitalizaciones, muchas de ellas concentradas en comunidades con baja cobertura de vacunación. Otros estados afectados incluyen Indiana, Kansas, Michigan, Montana, Oklahoma, Ohio, Pensilvania y Nuevo México, donde se ha registrado una muerte en un adulto no vacunado.
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La situación se agrava en América del Norte. Ontario, Canadá, ha reportado 925 casos desde octubre, mientras que en Chihuahua, México, se han detectado más de 500 casos, muchos ligados al brote texano.
El sarampión es altamente contagioso y puede causar complicaciones graves. Aunque fue eliminado en Estados Unidos en 2000, el virus ha reaparecido debido a la disminución de la vacunación infantil tras la pandemia. Expertos insisten en la importancia de aplicar las dosis recomendadas de la vacuna SRP para contener la propagación.
Los CDC advierten que, sin una recuperación en las tasas de inmunización, el sarampión podría establecerse nuevamente como una amenaza persistente en el país.
