Guasave, Sin.- En Guasave hay más de 450 carpetas de investigación abiertas por desaparición forzada, aunque la realidad es mucho más grande, quizá el triple de esa cantidad. En el 2016 se vivió lo más fuerte en este municipio y posiblemente el 2023 rebase las cifras que se reportaron ante de la Fiscalía General del Estado un año antes.
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Este 30 de agosto que se marca como el Día de la Desaparición Forzada, madres buscadoras caminaron por el bulevar Romualdo Ruiz Payán rumbo al panteón municipal, donde pegaron las fotografías de sus familiares.
Entre las rastreadoras, estaba Pilar, un perrito con más de 8 años de edad que jamás se le despega a doña “Juany”, quien busca a su hermano, mientras su mascota la acompaña en esta dolorosa travesía.
Cuando Joaquín desapareció hace 5 años, Pilar ya estaba en la familia, es uno más del grupo. Su olfato ha permitido dar con muchos restos humanos y la esperanza es que en algún momento tenga éxito con el cuerpo del hermano de su ama.
Incluso posó para la foto. El perrito es parte real del grupo, ese que encabeza la señora Rosa María Coronel, quien sintió fuerte el sermón del padre Édgar Esperano cuando les dijo que su calvario lo sufrió también María, la madre de Jesús crucificado, imagen que está consignada en la Dolorosa.
“Son como María la Dolorosa que ustedes también han llevado esa profecía. Toda la vida de esa madre fue el calvario, toda madre que sufre el atropello de su hijo, el dolor de la pérdida, del no saber. María es el grito del amor frente a lo que Dios no quiere, a la cultura de la muerte, es el grito que la Iglesia recoge y elevamos una oración por ellos. Gritar contra la injusticia para que reine el amor”, llamó el sacerdote de la parroquia del Señor de Los Milagros.
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La mascota de color negro parecía entender bien el dolor de las mujeres que han tenido alguna pérdida. Iba y venía entre sus pies a punto de ser pisado, mientras las madres pegaban las imágenes en las paredes del cementerio, ahí donde antes estuvo el memorial por los desaparecidos, fotografías que fueron vandalizadas al grado de no quedar restos de ellas.