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Expectativas en la Pareja: Cómo Adaptarse y Crear una Relación Satisfactoria

Imagina que estás en una relación de pareja y has planeado una salida especial para celebrar su aniversario. Has reservado una mesa en su restaurante favorito,...

Descubre cómo las expectativas en una relación de pareja afectan tu conexión emocional y cómo manejarlas para fortalecer tu vínculo. Aprende sobre el origen de las expectativas, su impacto positivo y negativo, y técnicas efectivas de comunicación y adaptación. Esta guía completa te ayudará a entender y gestionar las necesidades emocionales, mejorando la salud y felicidad de tu relación. Ideal para parejas que buscan una relación más satisfactoria y equilibrada. | Relationship problems, claims, screams, negative emotions during covid-19 quarantine. Upset millennial arab woman yelling and gesturing at stressed upset man, ignoring her in living room interior

Imagina que estás en una relación de pareja y has planeado una salida especial para celebrar su aniversario. Has reservado una mesa en su restaurante favorito, comprado flores y hasta escrito una carta de amor. Pero cuando llega el momento, tu pareja parece distraída y no muestra el entusiasmo que esperabas. Te sientes decepcionado y quizás hasta un poco herido. ¿Te suena familiar? Esta situación refleja cómo nuestras expectativas pueden influir en nuestras emociones y, en última instancia, en la relación misma.

Las expectativas juegan un papel crucial en cualquier relación de pareja. Son como una hoja de ruta que guía nuestras acciones y reacciones, dictando cómo esperamos que el otro se comporte y responda en distintas situaciones. Cuando nuestras expectativas se cumplen, nos sentimos satisfechos y valorados. Pero cuando no se cumplen, puede surgir la frustración, la desilusión e incluso el conflicto.

Lo interesante es que estas expectativas no surgen de la nada. Están profundamente arraigadas en nuestras necesidades emocionales, las cuales se han formado a lo largo de nuestras vidas. Desde la infancia, nuestras interacciones con nuestros padres y cuidadores, así como nuestras experiencias en relaciones pasadas, contribuyen a moldear lo que esperamos de una pareja. Además de estas necesidades emocionales, también entran en juego factores culturales, sociales y personales que enriquecen y complican aún más nuestras expectativas.

En este artículo, exploraremos cómo nuestras necesidades emocionales no resueltas son uno de los factores más importantes en la formación de expectativas dentro de una relación de pareja. Veremos cómo estas necesidades, si no se abordan adecuadamente, pueden convertirse en una fuente de tensión y conflicto. Al entender el origen de nuestras expectativas y aprender a manejarlas, podemos mejorar la calidad de nuestras relaciones y encontrar un mayor sentido de satisfacción y conexión con nuestras parejas.

¿Qué es una expectativa y como se presenta en la relación de pareja?

Para entender cómo las expectativas afectan nuestra relación de pareja, primero necesitamos saber qué son exactamente. Las expectativas en una relación son las creencias o suposiciones que tenemos sobre cómo debería comportarse nuestra pareja y cómo debería desarrollarse la relación. Estas expectativas pueden abarcar una amplia gama de aspectos, desde quién debe hacer las tareas del hogar hasta cómo debe mostrar afecto o apoyo en momentos difíciles.

Imagina que esperas que tu pareja siempre recuerde fechas importantes como aniversarios o cumpleaños, o que esperas que te envíe mensajes cariñosos durante el día. Estas son expectativas que probablemente tengas de manera consciente. Sabes que deseas estas cosas y es probable que incluso las hayas expresado en algún momento.

Sin embargo, también existen expectativas inconscientes, aquellas de las que quizás ni siquiera te des cuenta hasta que no se cumplen y te sientes decepcionado o herido. Por ejemplo, podrías esperar inconscientemente que tu pareja te consuele de una manera específica cuando estás triste, basándote en cómo tus padres te consolaban cuando eras niño. No es algo que hayas articulado claramente, pero está ahí, influyendo en tus emociones y reacciones.

La diferencia entre expectativas conscientes e inconscientes es muy importante. Las expectativas conscientes son aquellas ver claramente y que a menudo podemos comunicar a nuestra pareja. Por ejemplo, si valoras mucho la puntualidad, es posible que expreses claramente tu expectativa de que tu pareja llegue a tiempo a las citas. Estas expectativas suelen ser más fáciles de gestionar porque puedes hablar sobre ellas y negociarlas.

Por otro lado, las expectativas inconscientes son más difíciles de manejar porque no siempre somos conscientes de ellas. Surgen de nuestras experiencias pasadas, nuestras necesidades emocionales no resueltas y nuestros patrones de comportamiento aprendidos. Estas expectativas pueden causar problemas en la relación porque, al no ser conscientes de ellas, es difícil comunicarlas y trabajarlas con la pareja.

Reconocer y entender tanto nuestras expectativas conscientes como las inconscientes es el primer paso para manejar de manera efectiva las dinámicas de nuestra relación. Al hacerlo, podemos evitar muchos malentendidos y conflictos, y trabajar hacia una relación más armoniosa y satisfactoria.

¿Como construimos nuestras expectativas?

Para entender de dónde vienen nuestras expectativas en una relación de pareja, necesitamos mirar a tres áreas principales: nuestras necesidades emocionales, la influencia de la cultura y la sociedad, y nuestras experiencias pasadas.

Necesidades Emocionales: Las necesidades emocionales son aquellas cosas que todos necesitamos para sentirnos emocionalmente seguros y satisfechos. Estas incluyen cosas como sentirnos amados, valorados, protegidos y comprendidos. Desde que somos pequeños, empezamos a desarrollar estas necesidades a través de nuestras interacciones con nuestros padres y cuidadores principales.

Por ejemplo, si de niño tus padres te demostraban mucho amor y apoyo, es probable que crezcas esperando recibir lo mismo de tu pareja. Por el contrario, si sentías que no recibías suficiente atención o apoyo, podrías tener una necesidad emocional no resuelta que te lleva a buscar constante validación y afecto en tus relaciones adultas.

Estas necesidades emocionales no resueltas son uno de los factores más importantes en la construcción de expectativas. Si no somos conscientes de ellas, pueden llevarnos a esperar que nuestra pareja llene esos vacíos emocionales, lo cual puede ser una carga muy pesada para cualquier relación. Por eso es crucial reconocer nuestras propias necesidades emocionales y trabajar en ellas, para no imponer expectativas poco realistas a nuestra pareja.

Cultura y Sociedad: Además de nuestras necesidades emocionales, la cultura y la sociedad también juegan un papel importante en la formación de nuestras expectativas. Los medios de comunicación, como películas, series de televisión y redes sociales, a menudo presentan una imagen idealizada de las relaciones de pareja. Nos muestran romances perfectos donde todo siempre sale bien, y esto puede influir en lo que esperamos de nuestra propia relación.

La cultura popular y las normas sociales también establecen ciertas expectativas sobre los roles de género y cómo deben comportarse las parejas. Por ejemplo, la idea de que el hombre debe ser el proveedor y la mujer la cuidadora puede influir en lo que cada persona espera de su pareja, aunque estos roles tradicionales estén cambiando con el tiempo.

Experiencias Pasadas: Nuestras experiencias pasadas, especialmente en relaciones anteriores, también tienen un gran impacto en nuestras expectativas. Si en una relación anterior tu pareja era muy detallista y atenta, es posible que esperes lo mismo en futuras relaciones. Por otro lado, si tuviste una relación donde te sentiste ignorado o maltratado, podrías llevar esa desconfianza y miedo a nuevas relaciones, esperando lo peor incluso antes de que suceda.

Nuestras experiencias personales, buenas y malas, nos enseñan qué esperar y qué evitar. Sin embargo, es importante no dejar que las malas experiencias definan todas nuestras expectativas futuras. Cada persona y cada relación es diferente, y es vital abordar cada nueva relación con una mente abierta y una disposición para construir algo nuevo y positivo.

Al entender de dónde vienen estas expectativas, podemos manejarlas de manera más efectiva y trabajar hacia relaciones más saludables y satisfactorias.

Tipos de Necesidades Emocionales

Como vemos, nuestras necesidades emocionales juegan un papel fundamental en la forma en que interactuamos con nuestra pareja y en las expectativas que tenemos. A continuación, exploraremos algunos de los tipos más comunes de necesidades emocionales:

Necesidad de Seguridad y Protección: Todos tenemos una necesidad básica de sentirnos seguros y protegidos, tanto física como emocionalmente. En una relación de pareja, esto se traduce en la expectativa de que nuestra pareja nos cuide y nos apoye en momentos de dificultad. Queremos saber que podemos confiar en nuestra pareja y que estará allí para nosotros cuando lo necesitemos. Esta necesidad puede haber sido desarrollada en la infancia si crecimos en un entorno seguro y con cuidadores que nos protegían, o puede ser más pronunciada si no tuvimos esa seguridad en nuestras primeras etapas de vida.

Necesidad de Amor y Pertenencia: La necesidad de amor y pertenencia es el deseo de sentirnos amados, aceptados y parte de algo más grande. En una relación de pareja, esto significa que queremos sentirnos conectados emocionalmente con nuestra pareja, que nos valoren y que seamos una parte importante de su vida. Este tipo de necesidad se relaciona con la búsqueda de intimidad y cercanía, y se nutre a través de gestos de cariño, tiempo de calidad juntos y demostraciones de afecto.

Necesidad de Validación y Reconocimiento: Todos queremos sentir que nuestras acciones y sentimientos son importantes y válidos. En una relación de pareja, buscamos que nuestra pareja reconozca y valore nuestros logros, esfuerzos y emociones. La validación puede venir en forma de elogios, apoyo emocional o simplemente escuchar y comprender nuestros puntos de vista. Esta necesidad de validación y reconocimiento es crucial para nuestra autoestima y puede haber sido desarrollada en función de cuánto nos validaron o reconocieron en nuestra niñez y adolescencia.

Necesidad de Autonomía e Independencia: Aunque la conexión y la cercanía son importantes, también necesitamos sentirnos autónomos e independientes. Esta necesidad se refiere al deseo de mantener nuestra individualidad y la capacidad de tomar nuestras propias decisiones dentro de la relación. En una pareja, es importante equilibrar la interdependencia con la independencia, asegurándonos de que ambos miembros tengan el espacio para crecer y desarrollarse por sí mismos. Respetar la autonomía del otro y no intentar controlar o limitar su independencia es clave para una relación saludable.

Entender estos tipos de necesidades emocionales puede ayudarnos a reconocer y comunicar nuestras propias necesidades a nuestra pareja. Al mismo tiempo, nos permite ser más empáticos y comprensivos con las necesidades de nuestra pareja.

¿Como impacta todo esto en la relación?

Las expectativas que llevamos a una relación de pareja pueden tener un impacto significativo, tanto positivo como negativo. Es importante entender cómo estas expectativas pueden influir en la dinámica de la relación para poder gestionarlas de manera efectiva.

Impacto Positivo: Cuando nuestras expectativas son realistas y se comunican de manera clara, pueden fortalecer la relación de varias maneras.

1. Guiar el Comportamiento: Las expectativas ayudan a establecer normas y estándares en la relación. Por ejemplo, si ambos esperan fidelidad y compromiso, estos valores guiarán su comportamiento y decisiones, creando un sentido de seguridad y confianza mutua.

2. Motivación para Crecer: Tener expectativas positivas y realistas puede motivar a ambos miembros de la pareja a mejorar y crecer. Si esperas que tu pareja te apoye en tus metas y sueños, y haces lo mismo por ella, ambos se sentirán incentivados a alcanzar sus objetivos personales y compartidos.

3. Claridad y Comprensión: Cuando las expectativas son comunicadas claramente, ayudan a evitar malentendidos. Saber lo que el otro espera puede facilitar la convivencia y fortalecer el vínculo emocional, ya que ambos estarán trabajando en la misma dirección.

Impacto Negativo: Sin embargo, las expectativas no siempre tienen un impacto positivo. Cuando no se cumplen, pueden llevar a conflictos y frustraciones.

1. Desilusión y Resentimiento: Si tus expectativas no se cumplen, puedes sentirte desilusionado y resentido. Por ejemplo, si esperas que tu pareja te haga un regalo especial para tu cumpleaños y no lo hace, puedes sentir que no te valora, incluso si esa no era su intención.

2. Conflictos y Disputas: Las expectativas no comunicadas o poco realistas pueden ser una fuente constante de conflicto. Si esperas que tu pareja siempre esté disponible para ti, pero ella también necesita tiempo para sí misma, esto puede generar discusiones y tensión en la relación.

3. Presión y Estrés: Tener expectativas demasiado altas o poco realistas puede poner una gran presión sobre la relación. Si esperas que tu pareja sea perfecta y siempre haga todo bien, es probable que ambos se sientan estresados y frustrados. Nadie puede cumplir con expectativas imposibles, y esto puede llevar a sentimientos de fracaso y decepción.

Adaptarnos y ser flexibles

En cualquier relación de pareja, la adaptación y la flexibilidad son claves para mantener una conexión saludable y duradera. Las personas cambian con el tiempo, y nuestras necesidades y expectativas también evolucionan. Aprender a ser flexible y adaptarse a estos cambios es esencial para fortalecer la relación.

Las expectativas que teníamos al inicio de una relación pueden cambiar con el tiempo. Quizás al principio valorabas mucho salir y tener aventuras juntos, pero ahora prefieres pasar más tiempo en casa y disfrutar de la tranquilidad. O tal vez las circunstancias de vida han cambiado, como un nuevo trabajo, mudanza o la llegada de un hijo, lo que requiere ajustes en la dinámica de la relación.

Ser flexible significa estar dispuesto a revisar y ajustar nuestras expectativas según cambian las circunstancias. Esta flexibilidad es vital porque la rigidez puede llevar a conflictos y frustraciones cuando las cosas no salen como habíamos planeado. Adaptarse no solo ayuda a manejar mejor los cambios inevitables de la vida, sino que también demuestra a tu pareja que estás comprometido con la relación y dispuesto a crecer juntos. Algunas formas para ir ajustando estas expectativas son:

1. Comunicación Continua: La comunicación no es algo que se hace una vez y se olvida. Es un proceso continuo. Regularmente, tómense el tiempo para hablar sobre sus expectativas y cómo pueden estar cambiando. Esto puede ser durante una cena tranquila, una caminata o cualquier momento en el que puedan estar relajados y enfocados el uno en el otro.

2. Reevaluar Prioridades: De vez en cuando, es útil sentarse y reevaluar las prioridades de la relación. Pregúntense qué es lo más importante para cada uno en este momento y cómo pueden apoyarse mutuamente en esas áreas. Por ejemplo, si uno de ustedes está atravesando una etapa estresante en el trabajo, quizás necesite más apoyo emocional o ayuda en casa.

3. Ser Comprensivos y Pacientes: El cambio puede ser difícil y, a veces, lento. Ser comprensivo y paciente con tu pareja mientras ambos se adaptan a nuevas circunstancias es crucial. Esto significa dar espacio y tiempo para que ambos puedan ajustarse sin presión.

4. Buscar Soluciones Juntos: Enfrentar los desafíos como un equipo fortalece la relación. Cuando surge un problema o una expectativa no se cumple, en lugar de culpar, trabajen juntos para encontrar una solución. Por ejemplo, si uno de ustedes necesita más tiempo a solas para recargar energías, pueden encontrar un equilibrio que permita ese tiempo sin descuidar la conexión como pareja.

5. Fomentar la Flexibilidad: Practicar la flexibilidad en las pequeñas cosas puede ayudar a prepararse para los cambios más grandes. Esto podría incluir estar dispuesto a cambiar planes si algo más importante surge o adaptarse a las preferencias de la pareja en decisiones cotidianas.

Para Terminar

Entender y manejar las expectativas en una relación de pareja es una tarea esencial para construir una conexión saludable y duradera. Las expectativas son inevitables y naturales; todos tenemos ideas sobre cómo nos gustaría que nuestra relación funcione. Sin embargo, cuando no se manejan adecuadamente, pueden convertirse en una fuente de conflicto y desilusión.

La clave está en la comunicación abierta y honesta, la empatía y la disposición a adaptarse y ser flexibles. Hablar de nuestras expectativas y escuchar las de nuestra pareja crea un entorno de confianza y comprensión. Además, ser conscientes de nuestras propias necesidades emocionales y cómo influyen en nuestras expectativas nos permite abordarlas de manera más efectiva y evitar imponer cargas poco realistas en nuestra pareja.

También es importante recordar que las relaciones evolucionan. Lo que esperábamos al inicio puede cambiar con el tiempo, y eso está bien. Adaptarse a estas nuevas realidades y ajustar nuestras expectativas en consecuencia es un signo de una relación madura y comprometida.

Te agradezco cualquier comentario que puedas hacer sobre esta columna y si crees necesitar acompañamiento psicológico profesional con respecto a este tema o conoces a alguien que lo necesite, puedes contactarme enviándome un mensaje de Whatsapp.

Como siempre, te mando un abrazo.

Juan José Díaz

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Juan José Díaz Iribe

Juan José Díaz Iribe

Columnista

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