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Blue Monday: mitos, emociones y estrategias para superarlo

¿Sabías que el día más triste del año, el famoso Blue Monday, no fue inventado por científicos ni psicólogos, sino por… ¡una agencia de viajes? Sí,...

Blue Monday superar emociones
Cortesía | El Blue Monday no define tus emociones: tú tienes el poder de transformarlo en un día lleno de oportunidades

¿Sabías que el día más triste del año, el famoso Blue Monday, no fue inventado por científicos ni psicólogos, sino por… ¡una agencia de viajes? Sí, alguien decidió que la mejor forma de venderte unas vacaciones era convencerte de que enero es tan deprimente que necesitas escapar a la playa. Ingenioso, ¿verdad? Pero antes de culpar al calendario por tus ánimos bajos, déjame contarte la verdad detrás de este “día más triste”.

El concepto del Blue Monday nació en 2005 con una fórmula creada por el psicólogo británico Cliff Arnall. Esta fórmula (que incluye factores como el clima, la cuesta de enero y la falta de motivación) pretendía identificar el lunes más terrible del año. ¿El problema? No tiene ninguna base científica. En realidad, fue parte de una campaña publicitaria para vender paquetes vacacionales en enero, ese mes en el que el frío parece no terminar, las finanzas nos pasan factura, y los propósitos de Año Nuevo comienzan a tambalearse.

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Ahora bien, ¿qué tiene esto que ver contigo? Más de lo que imaginas. Las narrativas culturales como el Blue Monday influyen en cómo percibimos nuestros días. Si te dicen que un lunes de enero será terrible, es probable que lo sientas así, aunque en realidad no sea diferente a cualquier otro lunes. Es como cuando alguien menciona que estás bostezando porque “el clima está raro” y, de repente, todos en la sala empiezan a bostezar también.

Seamos sinceros: enero tiene su propia vibra pesada. Los días son más cortos, el regreso a la rutina puede ser abrumador, las cuentas por pagar se acumulan… Todo esto contribuye a esa sensación de estar un poco más “azul”. Pero aquí es donde entra este artículo. No estoy aquí para echarle la culpa al Blue Monday, sino para ayudarte a entender qué está pasando con tus emociones y, lo más importante, cómo puedes recuperar el control.

Blue Monday: Desmintiendo el Día Más Triste del Año

Vamos a dejarlo claro desde el principio: el Blue Monday no tiene nada de científico. Sí, suena como algo que debería estar respaldado por montones de estudios serios, pero no lo está. De hecho, si intentaras aplicar la famosa fórmula que lo define (sí, tiene una fórmula, con letras y todo), te darías cuenta de que es tan útil como intentar calcular tu felicidad con una calculadora de las que compras en el supermercado. Básicamente, es una invención bien empaquetada, pero completamente carente de verdad científica.

Entonces, si el Blue Monday no es real, ¿por qué enero se siente tan… cuesta arriba? La respuesta está en factores que sí tienen sustento y que pueden influir en nuestras emociones durante esta época. El clima, por ejemplo. En pleno invierno, los días son más cortos, hay menos luz solar y, admitámoslo, el frío convierte el simple acto de salir de la cama en una verdadera hazaña. Todo esto puede reducir nuestra energía e incluso afectar los niveles de serotonina, esa sustancia química en el cerebro que está directamente ligada a nuestro bienestar.

A esto hay que sumarle la presión financiera. Después de las fiestas navideñas (donde probablemente te excediste en regalos, cenas y quizá te pasaste en el presupuesto), llegan las cuentas y, con ellas, el inevitable estrés. Y, por si fuera poco, está el regreso a la rutina: pendientes acumulados, reuniones interminables y esa sensación de que los propósitos de año nuevo empiezan a desvanecer. Todo esto crea un combo que puede afectar a cualquiera.

Pero aquí es donde quiero que hagamos una pausa y pensemos. Imagina a María. Ella siente que sus lunes de enero son más difíciles porque hace frío, los días son grises y el regreso al trabajo la tiene abrumada. Como muchas personas, podría pensar: “¡Debe ser el Blue Monday!”. Sin embargo, si miramos más de cerca, vemos que no es un “día triste” predestinado lo que la afecta, sino varios factores reales: el cansancio acumulado, el estrés financiero y la falta de luz solar.

Entender que el Blue Monday es solo un mito cultural nos permite dejar de culpar al calendario y enfocarnos en lo que realmente importa: identificar las causas reales de cómo nos sentimos y tomar medidas para mejorar. Porque, seamos sinceros, ningún lunes, enero o mes tiene que definir tu bienestar emocional. Eso está en tus manos.

Emociones en Invierno: Cómo el Clima Afecta Tu Estado de Ánimo

El invierno tiene algo especial: días cortos, cielos grises, el frío que cala hasta los huesos… Y aunque todo eso puede ser el escenario perfecto para acurrucarse en la cama, también puede afectar cómo nos sentimos. Pero, ¿por qué sucede esto?

Para empezar, el clima influye más en nuestro estado de ánimo de lo que solemos imaginar. La falta de luz solar, característica de los días invernales, no solo hace que las mañanas sean más difíciles de arrancar, sino que también puede disminuir los niveles de serotonina, la hormona que regula nuestro bienestar. Además, esos días grises pueden hacernos sentir más cansados, menos motivados e incluso algo apáticos.

Aquí quiero que imagines tus emociones como si fueran el cielo invernal. Al igual que el clima, tus sentimientos pueden nublarse de vez en cuando. Pero, también como el cielo, siempre habrá momentos de claridad, y esas nubes no se quedan para siempre. Este es un recordatorio de que sentirse “bajo” en invierno es completamente normal… y pasajero.

Ahora bien, existe algo que va más allá de esta tristeza invernal común y que merece atención: el Trastorno Afectivo Estacional (SAD, por sus siglas en inglés). Este tipo de depresión ocurre en ciertos periodos del año, generalmente durante el otoño y el invierno. ¿Cómo saber si lo que estás sintiendo es SAD y no solo una racha de días bajos? La clave está en la intensidad y duración de los síntomas. Si te sientes constantemente agotado, te cuesta concentrarte, pierdes interés en actividades que solías disfrutar y esos sentimientos persisten durante semanas, podría ser momento de buscar ayuda profesional.

Por otro lado, la tristeza invernal común suele ser más ligera y vinculada a factores específicos como el clima o el cansancio acumulado. Es como una nube pasajera que, aunque incómoda, no afecta profundamente tu día a día.

Entender esta diferencia es crucial. Aunque es normal sentirse un poco más decaído en invierno, eso no significa que tengas que resignarte a ese estado. Con el enfoque adecuado, puedes encontrar formas de disipar esas nubes emocionales y disfrutar de momentos de claridad, incluso en los días más fríos del año. Al final, recuerda esto: tus emociones, como el clima, están en constante movimiento.

Cómo las Narrativas Culturales Moldean Tus Emociones

Además, ¿te has dado cuenta de cómo las frases que escuchamos una y otra vez pueden colarse en nuestra mente y moldear cómo nos sentimos? Es como si fueran pequeños mantras culturales que, sin darnos cuenta, empezamos a repetir y hasta creer. Por ejemplo, ¿cuántas veces has oído cosas como “los lunes son difíciles” o “enero es el mes más largo del año”? Solo con decirlo, parece que estamos invocando el cansancio.

Estas narrativas culturales tienen un poder más grande del que imaginamos. Cuando escuchamos algo repetidamente, empezamos a percibirlo como una verdad absoluta. Así, llegamos al lunes ya mentalizados de que será un día horrible, o entramos a enero con la idea de que será un mes eterno, lleno de deudas y desánimo. Y claro, si lo crees, es más probable que lo vivas de esa manera.

Piénsalo así: nuestras emociones no ocurren en un vacío. Están influenciadas por lo que vemos, oímos y repetimos, ya sea en redes sociales, conversaciones cotidianas o incluso en publicidad. El concepto del Blue Monday es un ejemplo perfecto de esto. Alguien dijo que este lunes es particularmente triste, y de repente todos empezamos a buscar razones para sentirnos mal ese día. Pero, ¿y si nadie nos hubiera dicho nada? ¿Realmente habríamos notado alguna diferencia entre ese lunes y cualquier otro?

Esto no significa que no puedas tener días difíciles o emociones bajas; claro que sí, eso es parte de ser humano. Pero es importante reflexionar: ¿cuánto de lo que sientes viene de ti y cuánto de esos mensajes externos que, sin querer, te programan para ver lo negativo?

Te propongo un reto: la próxima vez que te encuentres pensando cosas como “los lunes son horribles” o “enero siempre me deprime”, haz una pausa y pregúntate: ¿Realmente es así? ¿O simplemente lo estoy repitiendo porque lo escucho en todas partes? Cultivar esa autoconciencia puede marcar una gran diferencia en cómo enfrentas tus días.

Al final del día, tú tienes más control sobre tus emociones de lo que crees. ¿Qué tal si empezamos a desafiar esas narrativas y a crear nuestras propias verdades?

Cómo Subir Tu Ánimo en Invierno: Estrategias Infalibles

El invierno puede ser un reto emocional, pero eso no significa que tengas que resignarte a sentirte apagado. La buena noticia es que hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar tu estado de ánimo, y lo mejor es que son prácticas sencillas y accesibles. Aquí te dejo algunas estrategias que pueden marcar la diferencia:

Haz que entre la luz

El sol es como una recarga natural para nuestro cuerpo y mente, pero en invierno no siempre tenemos suficiente, lo que puede afectar los niveles de serotonina y, con ello, nuestro estado de ánimo. La solución está en buscar maneras de maximizar tu exposición a la luz.

Sal al aire libre: Aprovecha cualquier rayo de sol, aunque sea por unos minutos. Un paseo al mediodía puede hacer maravillas para tu energía.

Prueba la fototerapia: Si el clima no coopera o pasas mucho tiempo en interiores, una lámpara de luz especial puede ayudarte a compensar la falta de sol.

Abre cortinas y ventanas: Deja que la luz natural entre en tu casa u oficina. Incluso los días nublados tienen algo de claridad que puede iluminar tu espacio y tu ánimo.

Movimiento y energía

Mover el cuerpo no solo te ayuda a mantenerte en forma, también tiene un impacto directo en cómo te sientes. El ejercicio libera endorfinas, esas pequeñas sustancias químicas que literalmente te hacen sentir bien.

Haz algo que disfrutes: No tienes que convertirte en un atleta. Puede ser una caminata, bailar en tu sala o una clase de yoga. Lo importante es disfrutarlo.

Empieza pequeño: Si te sientes sin energía, comienza con solo 5 o 10 minutos al día. El movimiento, aunque sea mínimo, siempre suma.

Hazlo con compañía: Invita a un amigo o amiga. Ejercitarte acompañado puede ser más motivador y, además, mucho más divertido.

Despeja tu mente

Cuando las emociones se sienten pesadas, a veces la clave está en detenerte, hacer una pausa y reconectar contigo mismo. Aquí es donde la meditación y el mindfulness pueden marcar una gran diferencia.

Empieza con la respiración: Dedica unos minutos a respirar profundamente. Cierra los ojos, inhala contando hasta cuatro, exhala contando hasta cuatro, y repite.

Intenta mindfulness: Esto no tiene que ser complicado. Puedes enfocarte en cómo se siente el agua caliente mientras te duchas o en los sabores y texturas de tu comida.

Usa apps y guías: Si no sabes por dónde empezar, hay muchas aplicaciones y videos que ofrecen ejercicios cortos y fáciles de seguir.

Reencuentro con tus finanzas

El estrés financiero postnavideño es uno de los mayores culpables del desánimo en enero, pero con un poco de organización, puedes manejarlo sin sentirte abrumado.

Haz un plan realista: Revisa tus gastos recientes y establece prioridades para las próximas semanas. ¿Qué puedes ajustar o aplazar?

Establece metas pequeñas: Si tienes deudas, divídelas en pagos manejables. Lo importante es avanzar, aunque sea poco a poco.

Sé honesto contigo mismo: Acepta que no puedes cambiar lo que ya gastaste, pero sí puedes tomar el control de lo que viene.

El invierno puede tener sus desafíos, pero con estas estrategias, puedes darle un giro positivo a tu estado de ánimo y enfrentarlo con más energía y optimismo. Prueba una, dos o todas ellas, y recuerda que cada pequeño cambio cuenta.

Inteligencia Emocional: Tu Mejor Aliada en Momentos Complicados

A veces, cuando nos sentimos mal, lo primero que queremos hacer es ignorarlo, como si las emociones negativas fueran algo que deberíamos barrer bajo la alfombra. Pero aquí está la clave de la inteligencia emocional: no se trata de evitar lo que sentimos, sino de identificarlo, aceptarlo y procesarlo. Es decir, darles a nuestras emociones el lugar que merecen. Porque, al igual que las visitas no deseadas, cuando las ignoras, tienden a quedarse más tiempo.

Entendamos esto: todas las emociones, incluso las más incómodas, tienen un propósito. La tristeza, por ejemplo, puede ser una señal de que necesitas descansar o reflexionar. El estrés, por su parte, podría estar diciéndote que algo requiere tu atención. Identificar lo que sientes y comprender por qué lo sientes es el primer paso para manejarlo de manera efectiva.

Aceptar tus emociones no significa rendirte ante ellas. Significa reconocerlas sin juzgarte. Es cambiar el “¿Por qué me siento así?” por un “Ok, esto es lo que estoy sintiendo. ¿Qué puedo hacer con ello?”. Esa pequeña diferencia en la forma de hablar contigo mismo puede transformar la manera en que enfrentas los días difíciles.

Una herramienta práctica y poderosa para desarrollar tu inteligencia emocional es llevar un diario de emociones. No necesitas ser escritor ni dedicarle demasiado tiempo, solo unos minutos al día para anotar cómo te sientes y qué factores podrían estar influyendo en tu estado de ánimo.

Para empezar, anota cómo te sientes con palabras simples. Por ejemplo: “Hoy me siento cansado, frustrado, pero también un poco esperanzado”. Luego, identifica el origen de esas emociones. ¿Qué pasó hoy que pudo influir en cómo te sientes? ¿Fue una conversación, el clima, o algo que sucedió en el trabajo? Finalmente, reflexiona: ¿Qué podrías hacer mañana para sentirte un poco mejor? Quizá salir a caminar, dedicar un momento a desconectar o hablar con alguien de confianza.

Haz de este hábito una parte de tu rutina diaria. Puedes escribir en la mañana para prepararte emocionalmente para el día o por la noche para reflexionar sobre lo que viviste. Con el tiempo, este ejercicio te ayudará a reconocer patrones en tu estado de ánimo y aprender más sobre ti mismo. Por ejemplo, podrías descubrir que te sientes más irritable los días que pasas demasiadas horas frente a la pantalla, o que te animas después de una llamada con un amigo. Esta autoconciencia es clave para tomar decisiones más saludables y sentirte más en control, incluso en los días más grises.

Desarrollar inteligencia emocional no es algo que ocurra de la noche a la mañana, pero cada pequeño esfuerzo suma. Al identificar, aceptar y procesar tus emociones, te estás dando permiso para sentirte humano, y eso, en sí mismo, ya es un acto poderoso de cuidado personal. Así que toma ese cuaderno o incluso una nota en tu celular y empieza a conocerte mejor.

Reinventa el Blue Monday: Cómo Hacerlo un Día Positivo

¿Qué tal si dejamos de ver el Blue Monday como el “día más triste del año” y lo convertimos en una oportunidad? ¿Y si, en lugar de dejarnos llevar por la narrativa negativa, lo reinventamos como una excusa perfecta para hacer una pausa, practicar el autocuidado y reconectar con lo que realmente importa? Al final, la tristeza no tiene que ser una etiqueta definitiva; puede ser una invitación a mirar hacia adentro y recargar energías.

El Blue Monday no tiene que ser el villano de enero. Piénsalo como una oportunidad para replantearte cómo estás llevando el mes, un recordatorio para tratarte con amabilidad y priorizarte, aunque sea solo por un día.

Un lunes positivo: Rutina de autocuidado

Aquí tienes una idea para transformar un “lunes azul” en un día lleno de pequeñas acciones que te llenen de energía y bienestar. No tiene que ser complicado; se trata de hacer cosas sencillas que disfrutes y que realmente te hagan bien.

Empieza con calma: No te apresures al salir de la cama. Dedica unos minutos a estirarte, respirar profundamente y pensar en algo que te emocione hacer durante el día. Si puedes, acompaña ese momento con un té o café mientras disfrutas de unos minutos de silencio.

Conecta con la luz del día: Si tienes la oportunidad, sal a caminar por la mañana, aunque sea unos 10 minutos. Deja que la luz natural, incluso si está nublado, toque tu piel. Esto no solo ayuda a tu cuerpo a regular el ánimo, sino que también te dará un empujón de energía para empezar bien el día.

Haz algo por tu cuerpo: El movimiento siempre es un aliado del bienestar. Prueba con una rutina de yoga, sal a trotar o simplemente baila tu canción favorita en la sala. Lo importante es que sea algo que disfrutes y te haga sentir activo.

Despeja tu mente: Dedica al menos cinco minutos a practicar mindfulness o meditación. Hay muchas aplicaciones o videos que pueden guiarte si no sabes por dónde empezar. Este es tu momento para enfocarte en el presente y dejar de lado las preocupaciones.

Regálate un momento especial: Haz algo que te haga sentir cuidado. Puede ser tomar un baño caliente, leer un capítulo de tu libro favorito o prepararte tu comida preferida. No subestimes el poder de las pequeñas cosas que te llenan de satisfacción.

Conecta emocionalmente: Tómate un tiempo para hablar con alguien que te haga sentir bien. Puede ser una llamada rápida a un amigo o simplemente enviarle un mensaje a alguien especial. Las conexiones humanas son una de las mejores formas de elevar el ánimo.

Cierra el día con gratitud: Antes de dormir, piensa o escribe tres cosas por las que te sientes agradecido. Pueden ser cosas simples, como haber disfrutado un buen café o haber tenido un momento tranquilo para ti. Este hábito te ayudará a cerrar el día con una perspectiva más positiva.

Cambiar la percepción del Blue Monday no significa ignorar tus emociones, sino usarlas como una señal para cuidarte más. Al tomar acciones conscientes, no solo conviertes este día en algo más llevadero, sino que también te das el permiso de priorizar lo que realmente importa: tu bienestar. ¿Qué tal si este año lo intentas? Quizás descubras que ese “lunes azul” puede ser, en realidad, un lunes lleno de oportunidades.

Para terminar

Al final del día, no permitas que una narrativa cultural como el Blue Monday defina cómo te sientes o cómo enfrentas tus días. Tus emociones son tuyas, no del calendario, y siempre tienes el poder de reinterpretarlas y manejarlas a tu favor. Tal vez enero sea un poco más desafiante, pero también puede ser una oportunidad para reconectar contigo mismo, practicar el autocuidado y empezar el año con claridad y propósito.

Si este artículo te hizo reflexionar, compártelo con alguien que pueda necesitar una nueva perspectiva. Nunca sabemos a quién podemos inspirar con un mensaje de empatía y optimismo. Recuerda: incluso en los días más grises, tienes la fuerza para encontrar momentos de luz y convertirlos en algo positivo.

Gracias por tomarte el tiempo de leer este artículo. Espero que te haya sido útil y que ahora te sientas más motivado para transformar cualquier día complicado en una oportunidad de crecimiento. Si estás atravesando una situación similar o necesitas orientación, no dudes en contactarme. Estoy aquí para ayudarte. Puedes encontrarme en mi página web www.juanjosediaz.mx o escribirme directamente a mi WhatsApp.

Tú tienes todo lo necesario para enfrentar lo que venga. Nunca olvides que cada paso cuenta y que, incluso en invierno, siempre hay días que brillan.

Como siempre, te dejo un abrazo.

Juan José Díaz

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Juan José Díaz Iribe

Juan José Díaz Iribe

Columnista

Juan José Díaz Iribe

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