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2023, Año de Francisco Villa

Del 12 al 18 de junio de 1922, el periódico El Universal publicó un reportaje del periodista, Regino Hernández Llergo. El reportaje fue hecho en la...

José Antonio Ríos Rojo
Maestro Universitario y político. Amante de la lectura y titular de la columna Análisis y Reflexión. | Maestro Universitario y político. Amante de la lectura y titular de la columna Análisis y Reflexión.

Del 12 al 18 de junio de 1922, el periódico El Universal publicó un reportaje del periodista, Regino Hernández Llergo. El reportaje fue hecho en la hacienda de Canutillo, Durango y fue una larga entrevista al General Francisco Villa.

Desde hace algunos años había considerado que para entender la vida de Villa era necesario leer tan solo tres libros que se han escrito sobre él, el de Martín Luis Guzmán, Memorias de Pancho Villa; el Friedrich Katz, Pancho Villa, el Paco  Ignacio Taibo II, Pancho Villa y el Pedro Salmerón, La División del Norte. Reconsidero lo anterior, y ahora creo que es necesario leer, también, a Regino Hernández Llergo, en su entrevista titulada Una semana con Francisco Villa en Canutillo, editorial FCE.

Tan pronto colgó las armas y se retiró a la vida privada en Canutillo, Francisco Villa dejó de ser material noticioso para los periódicos. Con esta entrevista los Obregonistas lograron saber lo que Villa traía en la cabeza. Según Katz, una de las características del temperamento de Villa, que solía contribuir a sus derrotas, era el exceso de confianza que le inspiraban sus victorias.

Villa le mostró a Hernández Llergo la hacienda. Villa vivía sin lujos y sin ostentaciones, fue muy hospitalario y cordial. Presumía de la escuela Felipe Ángeles, cuyos salones tenían el nivel de la mejor escuela de la república: pizarras, ábacos, cuadros explicativos, mapas, libreros, mesas, baños.
Villa cuando fue gobernador interino, entre 1913 y 1914, creía que con la “tierra para el pueblo y escuelas para los niños” resolvería todos los problemas del país. Estableció más de cincuenta escuelas en el tiempo que fue gobernador. A sus soldados los puso a estudiar y a trabajar en el molino, en el rastro, en los tranvías o en la vigilancia policiaca.

Villa dejó muy claro en esta entrevista que su promesa de no participar en política era sólo mientras Obregón está en la presidencia (“Muchos de esos políticos de petate han ido a decirle a Álvaro Obregón que yo quisiera rebelarme, y no es cierto. ¡Déjense de chisme!), pero admite que luego bien podría lanzarse de candidato a gobernador de Durango: “De muchas partes de la república, de muchos distritos de Durango me han enviado cartas y comisiones ofreciéndome mi candidatura, y pidiéndome autorización para trabajar en mi favor… Pero yo les he dicho que esperen que no muevan ese asunto por ahora. “Yo señores, soy un soldado de verdad. Yo puedo movilizar cuarenta mil hombres en cuarenta minutos”.

Hernández Llergo le pregunta su opinión sobre los candidatos punteros: de “Fito” – a tal grado era su confianza que le tenía a De la Huerta – dijo que era “un muy buen hombre” y que los defectos que tenía se debían a su excesiva bondad. “Fito es una buena persona, muy inteligente, y no sería un mal presidente de la república…” De Calles opina que “tiene muchas cualidades, pero también, como todos los hombres, algunos defectos.

Hernández Llergo le dice que Calles tiene muchos votos. Villa señala que podría tener más si no “hubiera partidarios míos que están silenciados. No obstante, se descarta para ocupar la silla, pues “yo soy inculto… hay que dejar eso para los que están mejor preparados”.

Este artículo está basado en la entrevista que Regino Hernández Llergo le hizo a Francisco Villa y que fue publicada en el periódico El Universal, y que se ha sido publicada por el Fondo de Cultura Económica.

Fuente: Internet

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José A.Ríos Rojo

Columnista

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