Estados Unidos. En un clima electoral tenso en Estados Unidos, a pocos días de los comicios, Kamala Harris ha criticado a su competencia Donald Trump por sus recientes comentarios que sugieren el uso de armas contra Liz Cheney, excongresista republicana y detractora de su liderazgo.
Estas declaraciones se producen a solo cuatro días de unas elecciones presidenciales altamente competitivas, donde ambos candidatos están enfocados en los estados más disputados, conscientes de que el resultado podría definirse por márgenes muy estrechos. Harris, actual vicepresidenta y exfiscal, considera que la retórica violenta de Trump lo descalifica para la Presidencia.
“Cualquier persona que aspire a ese cargo y utilice ese tipo de lenguaje claramente no está calificada”, declaró en respuesta a los comentarios dirigidos hacia Cheney, quien ha sido criticada en su propio partido por oponerse a la narrativa de Trump sobre las elecciones de 2020.
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Mientras tanto, más de 66 millones de estadounidenses han votado anticipadamente, lo que sugiere una participación activa tras meses de incertidumbre política. En este contexto, Trump enfrenta numerosos desafíos legales, incluidas condenas penales y graves acusaciones, pero continúa su campaña, instando a sus seguidores a votar con urgencia.
Durante un mitin en Míchigan, Trump intensificó sus ataques contra los demócratas, a quienes responsabiliza de problemas como la inflación y la inmigración. Además, mencionó a Robert F. Kennedy Jr. como una figura clave en una posible administración suya si es elegido.
Por su parte, Harris ha estado movilizándose en estados cruciales como Wisconsin, donde el electorado ha cambiado en recientes elecciones. En sus discursos, enfatiza la clara diferencia entre su visión y la de Trump, describiéndolo como “un hombre enfadado” en busca de venganza, y subraya la necesidad de un enfoque más inclusivo.