Vaticano. Luego de estar internado por cinco días por una bronquitis, el Papa Francisco presidió la misa del Jueves Santo en la basílica de San Pedro, en la que leyó una extensa homilía dedicada al sacerdocio.
Durante la ceremonia religiosa, el Papa Francisco habló de una “crisis” que afecta a los sacerdotes, sin referirse a los escándalos ni al encubrimiento de abusos por parte de la jerarquía eclesiástica.
“Nuestros ideales parecen retroceder ante la realidad, una cierta fuerza de la costumbre toma el poder y las dificultades que antes parecían inimaginables parecen desafiar nuestra fidelidad”, dijo el Papa.
Durante la misa, el Papa Francisco, pidió a los sacerdotes evitar las divisiones, que después “fomentan partidos y cordadas” en la Iglesia.
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Asimismo, reiteró a los sacerdotes presentes en la homilía a “crear armonía” y advirtió que “cuando nos convertimos, aunque sea por ligereza, en instrumentos de división; y le hacemos el juego al enemigo, que no sale a la luz y ama los rumores y las insinuaciones, que fomenta los partidos y las cordadas, alimenta la nostalgia del pasado, la desconfianza, el pesimismo, el miedo”.
Además, los exhortó a que sean amables. “Si la gente encuentra incluso en nosotros personas insatisfechas y descontentas, que critican y señalan con el dedo, ¿dónde descubrirán la armonía?”.
El Vaticano informó que el Pontífice estaría presente en todos los de Semana Santa, incluyendo el Viacrucis del Viernes Santo en el Coliseo de Roma así como también la misa del Domingo de Pascua en la Plaza de San Pedro.