Estados Unidos.- Con una vista de no creer, decenas de miles de peces muertos aparecieron en la costa del Golfo de Texas, cubriendo las playas con un montonal de cadáveres en estado de descomposición y obligando a las autoridades locales advertir a los ciudadanos y visitantes no acudir a los lugares afectados.
De acuerdo a diversos estudios realizados por investigadores del Departamento de Parques del Condado Brazoria, indicaron que las olas del Golfo de México empujaron los peces muertos “por miles” desde el viernes en el condado de Brazoria, que se encuentra a más de 40 millas (64 km) al sur de Houston.
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Además, autoridades dijeron que la masiva “muerte de peces” en la playa de la Costa del Golfo, a unas 65 millas al sur de Houston, fue el resultado del bajo nivel de oxígeno disuelto en el agua, según Texas Parks & Wildlife. Por lo que los bajos niveles de oxígeno son comunes en el verano cuando las temperaturas aumentan, ocasionando que los peces no puedan “respirar” bajo el agua.
“Cuando la temperatura del agua sube por encima de los 70 grados Fahrenheit, se vuelve difícil para la lacha recibir suficiente oxígeno para sobrevivir”, dijeron los funcionarios del parque en una publicación de Facebook . “Las aguas poco profundas se calientan más rápido que las más profundas, por lo que si un banco de lachas queda atrapado en las aguas poco profundas cuando el agua comienza a calentarse, los peces comenzarán a sufrir hipoxia”.
Los funcionarios del Parque del Condado de Quintana Beach instaron a los nadadores a evitar la costa, citando los altos niveles de bacterias y las aletas afiladas de los peces muertos.
“Nuestra recomendación es que evite la playa por completo hasta que termine este evento”, dijeron los funcionarios en una publicación de Facebook. “Definitivamente aconsejamos que nadie entre al agua”.
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Si bien nadie ha relacionado este incidente específico con el cambio climático, los investigadores han dicho que tales muertes pueden volverse más frecuentes a medida que las temperaturas se calientan y los niveles de oxígeno en los lagos de los Estados Unidos y Europa descienden.
