Panamá. El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, declaró que la selva del Darién ha dejado de ser una ruta activa para la migración irregular. Según el mandatario, el paso fronterizo con Colombia se encuentra, en la práctica, cerrado, y los resultados son contundentes: en abril solo cruzaron 73 personas, una cifra drásticamente inferior a los más de 29 mil registrados en el mismo mes de 2024.
Calificó el descenso como “misión cumplida”, atribuyéndolo a una serie de medidas aplicadas desde el inicio de su gobierno. Estas incluyen operativos de control en la selva, sanciones por ingreso ilegal y un programa de deportaciones financiado por Estados Unidos.
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A pesar de la reducción hacia el norte, el flujo migratorio ha tomado una nueva dirección: más de siete mil 700 personas han retornado a Sudamérica en lo que va del año, siendo marzo y abril los meses con mayor retorno. La mayoría de los migrantes que vuelven son de nacionalidad venezolana.
El presidente aseguró que la situación actual está bajo control y que las autoridades trabajan en conjunto con Colombia y Costa Rica para gestionar este nuevo escenario. Además, vinculó el cambio al endurecimiento de las políticas migratorias estadounidenses desde la administración Trump.
Las cifras confirman el giro en la dinámica migratoria: solo dos mil 904 personas han cruzado el Darién en lo que va de 2025, frente a las más de 126,000 del año anterior en el mismo periodo.