Ecuador.- Sonia Pino, una mujer ecuatoriana que soñaba con tener una figura envidiable, enfrenta una verdadera pesadilla a sus 42 años de edad, pues las inyecciones que se aplicó en sus glúteos diez años atrás para “hacerlos crecer”, hoy la tienen a punto de perder sus piernas.
La mujer relata que un esteticista colombiano en una clínica clandestina de Guayaquil, le prometió hacer su sueño realidad, pues le inyectaría un “aceite milagroso” para incrementar el tamaño de su trasero, a lo que ella evidentemente accedió. Sin embargo, cuando se lo colocaron, sintió como si fuesen grumos y más tarde, le paralizó los músculos de la entrepierna y luego los de la pantorrilla.
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Sonia desconoce el tipo de sustancia que le aplicaron en su cuerpo, pero lo cierto es que esta le bajó hasta las piernas y le causó una terrible infección que ha tratado con antibióticos, pero que continúa desarrollándole un severo problema por el cual l tendrían que amputar ambas extremidades.
Esta mujer, como muchas otras que caen en malas manos durante procedimientos estéticos, pide ayuda para salvar sus piernas y volver a caminar, pues además de gastar todo su dinero en ello, ha perdido su trabajo y hasta a su esposo. Ahora señala:
Volver a caminar y más que nada por mis hijos, ellos son mi vida. Siento que dependen de mi
Después de recorrer cuatro países en busca de ayuda, Sonia Pino encontró al doctor Carlos Ríos, un cirujano reconstructivo de Colombia, quien le explicó que hay que controlar la infección y matar las bacterias que ya tienen mucho tiempo alojadas allí, con el fin de recuperar sus piernas.
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Ahora la mujer, quien no puede pararse en sus dos pies porque algunos vasos se revientan y sangran, se ha trasladado a Colombia llena de esperanza, pues su mayor deseo es volver a caminar, sin importar las cicatrices. Además, dice que se arrepiente del procedimiento estético y que espera servir de ejemplo para que otras mujeres valoren su cuerpo tal y como es.