Israel.- A casi un mes de que estallara el conflicto bélico entre Israel y Hamás, el grupo islamista palestino ha propuesto un intercambio de rehenes por prisioneros, lo que entre otras consideraciones podría significar el fin de la guerra. Sin embargo, el gobierno israelí no parece considerar positivamente este planteamiento.
Este domingo (horario local) el jefe de Hamás en la Franja de Gaza, Yahya Sinwar, afirmó mediante un comunicado que el movimiento islamista palestino está dispuesto a efectuar un canje “inmediato” de los rehenes en su poder por los presos palestinos en Israel:
Estamos dispuestos a acordar un inmediato canje de prisioneros que incluya la liberación de todos los presos palestinos en cárceles israelíes por todos los presos capturados por la resistencia palestina.
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En respuesta a esto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu señaló que el país examinará la totalidad de las vías para liberar a los rehenes capturados por el movimiento islamista palestino Hamás, aunque no hizo referencia algún tipo de acuerdo, ya que explicó:
Las autoridades agotarán todas las opciones para traerlos de vuelta a casa.
Mientras tanto, el portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes, Daniel Hagari, ha respondido a la propuesta calificando las palabras de Sinwar como “terrorismo psicológico cínicamente empleado por Hamás para presionar”, pues argumenta que la organización islamista no quiere un acuerdo verdadero y solo busca “retrasar la operación militar terrestre”:
Nada está sobre la mesa en cuanto a los secuestrados. Sinwar no puede decir nada. Habla mediante intermediarios. Hamás no se comunica directamente con Israel y vamos a seguir haciendo todo lo posible para liberar a los rehenes.
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La postura de Israel parece ir en contra de las determinaciones realizadas la semana pasada por la Asamblea General de la ONU, la cual urgió una resolución no vinculante que pide una “tregua humanitaria inmediata y duradera” en la Franja de Gaza. No obstante, al país no parecen importarle mucho las repercusiones, ya que su portavoz agregó:
La hipótesis de trabajo es que sólo cuando Hamás sienta la espada en la garganta querrá llegar a acuerdos. Entienden que Israel tiene líneas rojas y que no hay posibilidad de que Israel vacíe sus prisiones. Eso no va a pasar.
Entendemos que hay un precio que tendremos que pagar, pero no nos vamos a quebrar.
