Argentina.- La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, reapareció por primera vez en un acto público desde el atentado fallido que sufrió el pasado 1 de septiembre. Esta vez, en su discurso, la funcionaria puso en duda que se haga justicia por este suceso, pues sospecha que tuvo una posible financiación privada identificada con el macrismo.
Frente a los delegados del sindicato metalúrgico en Pilar, 60 km al norte de Buenos Aires, la exmandataria (2007-2015) señaló:
La justicia, ya estoy resignada, no va a investigar nada. Me quieren de acusada, no de víctima.
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Durante su intervención, Kirchner apuntó a empresarios que apoyan al exmandatario Mauricio Macri (2015-2019) como financistas de manifestaciones opositoras, algunas con expresiones violentas que incluso exhibieron bolsas mortuorias con nombres de dirigentes políticos y sociales frente a la Casa de Gobierno.
En este sentido, Kirchner señaló que, más que personas indignadas políticamente, sus atacantes eran financiados directamente por grandes empresarios del país, agregó:
Esos presuntos indignados que me agredían no eran indignados. Era gente pagada por empresarios que se identificaron con el anterior gobierno, con el macrismo, que endeudó a la República Argentina. No estaban enojados con la política, recibían millones de pesos
La exmandataria de 69 años de edad defendió la decisión que tomó en 2019 de hacer fórmula electoral con el actual presidente Alberto Fernández, con quien durante este tiempo ha mantenido una relación tensa y cargada de reproches. Kirchner continuó diciendo:
No me arrepiento, porque pudimos lograr el objetivo que no era votar en contra de alguien sino en contra de unas políticas.
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Finalmente, recordamos que el fallido atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner ocurrió el pasado 1 de septiembre, cuando Sabag, de 35 años, logró acercarse a Kirchner en momentos en que sus seguidores la saludaban frente a su residencia en el barrio Recoleta de Buenos Aires.
El sujeto apuntó a pocos centímetros de la cabeza de la funcionaria con una pistola calibre 32, cargada con cinco proyectiles. No obstante, pese a que la gatilló dos veces, el arma no se disparó debido a que, según los peritos, no había ninguna bala en la recámara.