Costa Rica. Este jueves 20 de febrero, Costa Rica recibió a 135 migrantes deportados desde Estados Unidos, como parte de un acuerdo bilateral que establece que el país centroamericano albergará temporalmente a hasta 200 migrantes.
El vuelo, que llegó desde San Diego a la capital costarricense, San José, trajo consigo a 70 adultos y 65 niños, entre ellos dos mujeres embarazadas. Tras su arribo, fueron trasladados en autobuses a un centro de atención en la zona fronteriza con Panamá.
Omer Badilla, viceministro de Seguridad de Costa Rica, detalló que los migrantes tendrán un permiso legal para permanecer en el país por un mes, con la opción de regresar voluntariamente a sus naciones de origen. Aunque muchos de ellos expresaron su intención de volver, se atenderán casos particulares de forma individual.
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Este grupo está conformado por personas provenientes de diversos países como Uzbekistán, China, Armenia, Turquía, Afganistán, Rusia, Georgia, Vietnam, Azerbaiyán, Irán, Jordania, Kazajistán y Ghana. Su llegada forma parte de los esfuerzos internacionales para regular los flujos migratorios y las deportaciones masivas implementadas bajo la administración de Donald Trump.
Este movimiento forma parte de un acuerdo de cooperación regional, en el que Costa Rica y Panamá están desempeñando un papel clave como países de tránsito. La semana pasada, Panamá también recibió a 299 migrantes asiáticos, trasladando a algunos de ellos a campamentos de refugio en el Darién, una zona selvática cercana a la frontera con Colombia.
Este acuerdo refleja las presiones internacionales, en particular de Estados Unidos, para que los países de la región colaboren en la gestión de la migración y eviten sanciones comerciales. Además, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Cháves, señaló que el país ha aceptado estos vuelos ante la solicitud de asistencia por parte de Washington.