Estados Unidos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue dando de qué hablar respecto a las deportaciones. Y es que anunció que los migrantes considerados de “bajo riesgo” y detenidos en la base naval de Guantánamo serán deportados a sus países de origen. La medida forma parte de la nueva política migratoria de su administración, que utiliza las instalaciones militares en Cuba para retener a extranjeros.
Desde Mar-a-Lago, en Florida, Trump aseguró que “cualquiera de ellos que sea de bajo riesgo será devuelto a sus países”. La declaración llega en un momento de creciente controversia sobre el uso de Guantánamo para retener migrantes, donde, según filtraciones de CBS, al menos 150 hombres venezolanos permanecen detenidos.
El gobierno ha defendido el uso de Guantánamo, alegando que los detenidos son criminales de “alto riesgo”, vinculados con organizaciones como el Tren de Aragua. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que algunos de los detenidos no tienen antecedentes penales o tienen condenas menores.
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La política de deportaciones ha avanzado significativamente, con Trump destacando que “todos los países están aceptando deportados”. Las repatriaciones a Caracas, suspendidas durante años, se reanudaron brevemente bajo el mandato de Joe Biden en un intento de acercamiento con Venezuela.
El manejo de los detenidos ha generado críticas, principalmente por la falta de información. Recientemente, The New York Times publicó una lista con los nombres de 53 migrantes detenidos en Guantánamo, mientras que familiares de algunos de ellos han denunciado la falta de comunicación. Organizaciones de derechos humanos también han exigido mayor transparencia y el respeto al derecho al debido proceso de los migrantes detenidos.