Jalisco.- Fue el pasado 27 de noviembre cuando Charros de Jalisco hizo oficial uno de los anuncios más sonados de la temporada, Benjamín Gil regresaba a dirigir a Liga Mexicana del Pacífico (LMP) ahora para fungir como timonel del equipo tapatío, una novena que navegaba por aguas turbulentas y sin un rumbo claro en la segunda vuelta.
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El multicampeón de la LMP arribó al equipo cuando este se encontraba en el fondo de la tabla general en la segunda vuelta y tenía asegurado solo 4 unidades después de quedar penúltimo en la primera vuelta, un panorama más que complicado para una institución que desde su nacimiento se acostumbró a ser protagonista.
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Pasaron los días, las series y las victorias fueron llegando y de manera inmediata hubo un cambio de chip dentro de Charros, se convirtieron en un equipo ganador en cosa de un abrir y cerrar de ojos, algo que no pasó desapercibido en la tabla general. Los de Jalisco ascendieron peldaños abriéndose paso hasta ubicarse cómo los líderes en la segunda vuelta, y al día de hoy ser uno de los invitados a la postemporada.
Los dirigidos por “El Matador”, de momento son un equipo que se ha consolidado por su envidiable bateo, quienes respaldan el trabajo de su bullpen para asegurar, de manera muchas veces agónica, los triunfos a su favor. Esto los hace ser uno de los equipos peligrosos en los duelos de eliminación, pues a pesar de su pésimo inicio todo indica que serán un duro rival a vencer.
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De esta manera es que Charros de Jalisco y Benjamín Gil hicieron lo que muchos creían imposible: llevar al último lugar de la tabla a la postemporada en solo un mes bajo las órdenes del manager de la selección nacional.
