Durango.- Nada como convertir los errores el logros llenos de éxito. Un restaurante en Durango llamado Kito Sushi, le hizo justicia a su lema “EL ÉXITO ES AQUÍ“, luego de que una mujer llamada Evelyn les quedara mal con un pedido enorme que no pasó a recoger.
A través de redes sociales, el restaurante compartió una reflexiva historia, que si bien comienza de manera lamentable, el final nos saca una sonrisa a todos, aumentando nuestra esperanza en las buenas acciones de la humanidad.
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La historia comienza estableciendo el contexto de lo que sucedió con Evelyn, quien realizó un enorme pedido en el que se vio involucrado el tiempo, dinero y esfuerzo de los empleados del restaurante, sin embargo, la mujer no supo valorarlo y jamás pasó a recoger su encargo, bloqueando incluso, los números de Kito Sushi para perder comunicación.
Al quedar bastante decepcionados de lo ocurrido, una luz de esperanza llegó a ellos, conociendo a don Fernando, quien los haría tener una de las noches más agradables del año, tanto para los trabajadores, como para el abuelito que llegó a tocar la puerta del establecimiento en busca de conseguir un poco de comida.
“Si bien lo que hiciste nos generó una perdida, también nos dio una noche amena pues conocimos al señor Fernando, un hombre cuyas acciones llaman al éxito.Verás, cuando estábamos buscando que hacer para que dicho pedido no se perdiera antes del cierre, el señor Fernando tocó nuestras puertas para ver si había algo en que pudiera apoyarnos durante la noche o por la mañana del día de hoy” se lee en su publicación de Facebook
“Sin dudarlo le ofrecimos tu pedido a él, quien nos agradeció y se ofreció a dejar su celular en el restaurante mientras conseguía el dinero para pagar por el pedido, cosa a la cual nos negamos”
“Le ofrecimos un platillo express y una bebida para que descansara un poco de su día pesado. No te imaginas su gran sonrisa pues no solo llevaba en tu pedido algo para cenar, si no también algo para desayunar y comer. La noche de don Fernando fue un ÉXITO y por lo que resta del mes su comida y la de sus nietos va de nuestra parte.No hay resentimiento Evelyn, pues la sonrisa que vimos ayer nos recordó la razón de nuestra frase y solo nos queda decirte “EL ÉXITO ES AQUÍ””