Guasave, Sin.- “Ojalá Martha se hubiese atrevido a hablar, que hubiera dicho: me está sucediendo esto”, se lamentaba Xóchilt Berenice Soto Fierro frente a la Unidad de Atención Temprana de la Fiscalía en Guasave, con voz entrecortada y haciendo esfuerzos para no llorar se pronunció en protesta por este artero crimen que terminó en luto para el municipio de Guasave en un día que estaba agendado para conmemorar.
Eran las 17:30 horas de este fatídico viernes 13 de mayo, decenas de mujeres, en su mayoría respaldadas por un grupo de hombres que encabezaba el alcalde, se daban cita en el parque Hernando de Villafañe a una marcha espontánea que se organizó al calor del dolor y del lamento, de la protesta por reclamar una vida que se pierde a manos de quien decía amarla dejando a dos pequeñas sin su madre y con el padre como responsable.
La manifestación de dolor que se leía en las cartulinas que llevaban era clara: “Mi miedo se volvió mi fuerza”, “Solo quiero vivir sin miedo y volver a casa”, “Alto a la violencia feminicida”, con los rostros desencajados y un silencio sepulcral llegó hasta las afueras de la Unidad de Atención temprana cuando el sol era inclemente a pesar de que el día de despedía.
“Hoy fue Martha, mañana tal vez seamos alguna de nosotras, es momento de poner un alto, no queremos más feminicidios, no queremos más mujeres violentadas, ya estamos… ya estamos hartos, muy conmovidos y lastimados de ver a tanta mujer violentada, rompan con ese tabú de que no queremos que nadie se entere, ojalá Martha hubiera levantado la voz, ojalá Martha hubiera estado con nosotros y hubiera dicho: me está sucediendo esto, alguien hubiera intervenido”, lamentó.
Guasave está integrado en los cinco municipios con Alerta de Género en el estado y queremos que salga de ahí, pero no en los documentos, sino en los hechos, gritaba Xóchilt Berenice Soto Fierro, con la impotencia de querer cambiar paradigmas, de terminar con la cultura machista que asesina y masacra a mujeres.
Ahí el alcalde de Guasave, Martín de Jesús Ahumada Quintero elevó también su reclamo, pero no para la autoridad pidiendo justicia, sino para la sociedad para terminar con la falta de valores, con las ideologías que denigran y acaban con las mujeres.
“Estamos condolidos por lo que ha sucedido, aquí no venimos a acusar a nadie en particular, venimos en esta marcha de lamento porque estamos dolidos, violencia que surge en más del 90 por ciento en los propios domicilios, hemos perdido muchos valores, que si seguimos desarrollándonos bajo estos conceptos de machismo, de golpear a las mujeres, de venderlas, de prostituirlas, las cosas tienen que cambiar, no es posible mantenernos estáticos, no es posible que pasen las cosas y hagamos como que no sucedió nada”, exigió.
“Ni una más, ni una más, ni una más”, gritaban a coro levantando el brazo derecho en señal de protesta, el luto inundó y recorrió las calles, ¿el por qué marchaban? Quedará en el aire para aquellos que aún no están convencidos de que las cosas deben cambiar.