Culiacán, Sin.- En los últimos años, ha crecido la popularidad de las “narcogorras” que se venden en los puestos y mercados de Culiacán, y aluden a los logotipos y estampas de identificación popular del Cártel de Sinaloa y de sus principales líderes.
Imágenes que salieron de corridos y anécdotas urbanas y fueron apropiadas por los personajes que participaron en ellas. Según un vendedor, son en su mayoría jóvenes los que compran estas gorras, además de que algunas son hechas por encargo.
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“Vienen plebes, estudiantes a comprarlas, cualquier persona las pide, no necesariamente tienen que ser de la -gente-“, aseguró un vendedor, en una breve charla con Línea Directa.
En un recorrido, se constató que en diversos puestos del Centro de Culiacán se venden estos artículos. Las más vendidas son las “básicas” de 200 pesos, y presentan el dibujo de un ratón, apodo que lleva Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera.
Algunas están bordadas con las siglas “JGL”, otras tienen la propia imagen de “El Chapo” portando una corona, y una de las más gustadas es la que tiene el número 701, que hace referencia a que Guzmán Loera apareció en el puesto 701 de la lista de los hombres más ricos del mundo de la revista Forbes, en el 2009, cuando su fortuna estaba valuada en mil millones de dólares.
También hay las que se hacen por encargo, y llegan a los 400 pesos, y las cuales conviven en los mismos estantes con gorras que no aluden a la “narcocultura”, y solamente tienen bordado logotipos de superhéroes, marcas de refrescos, dibujos animados como Mickey Mouse y hasta del “Chavo del Ocho”.
LOGOS DEL CARTEL DE SINALOA, NO SOLO EN GORRAS
Cabe recordar que la semana pasada, el 12 de julio, fueron detenidos 14 presuntos sicarios luego de un enfrentamiento en la carretera México-Cuernavaca, y al menos 5 eran sinaloenses, según información de las autoridades capitalinas.
Estos sujetos portaban placas de identificación con las siglas de Joaquín Guzmán Loera, y otras tenían la imagen de un ratón, apodo que lleva Ovidio Guzmán.
Sin embargo, autoridades como el gobernador Rubén Rocha desestimaron que se tratara de integrantes del Cártel de Sinaloa ya que las placas con logotipos alusivos a dicho grupo no confirmaban su pertenencia, pues podían ser de cualquier otro ya que los “delincuentes se disfrazan”.
