Mazatlán, Sinaloa. En tiempos actuales donde el calzado y la ropa es una moda pasajera y hasta desechable, y donde el calzado de tela es más utilizado que el de cuero, boleros ubicados en la plazuela República, en el centro de la ciudad, comentaron que el oficio que han ejercido durante muchos años y que se les permite lograr sustento económico para sus familias, sigue siendo un oficio redituable.
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Señalaron que el llevar a bolear y darle una mejor vista al calzado sigue siendo una tradición entre muchas personas, aunque se trata de una actividad de altos y bajos, ya que hay días en que les va bien y otros en donde no llegan los clientes, además de que el cambio generacional y de hábitos les ha causado una disminución en sus ingresos.
“Es una tradición que no se pierde, una tradición que sigue y sigue, y siempre va seguir. De todo un poco cae. Sí hay veces que hay, hay veces que no hay, afloja el trabajo, pero ahí sale para estarla pasando”, señaló José Antonio Deras.
Por su parte, Roberto Cruz Delgado, bolero desde hace quince años, comentó que para él la tradición del bolero se ha ido perdiendo, pues a pesar de que sí acude gente local y extrajera para bolear sus zapatos, se nota un cambio en los hábitos de clientes que quieren dejar “rechinando” y brillante su calzado.
Otros boleros refirieron que su clientela es variada, ya que acuden desde padres e hijos, oficinistas con botas y zapatos, bailarinas con zapatillas y hasta jóvenes para limpiar o reparar sus tenis.
Compartieron que la temporada con mayores ingresos es en los días previos al regreso a clases, e igual dijeron que les va bien en la temporada invernal de vacaciones ya que locales y turistas aprovechan para darle una nueva y mejor apariencia a su calzado.
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Finalmente, los boleros hicieron una invitación a la ciudadanía para que recurran a sus servicios y habilidades con la grasa y el trapo, para darle una mejor vista al calzado, y agregaron que cobran barato para que los clientes sigan con la tradición y busquen tener siempre sus zapatos impecables.