Guasave, Sin.- La fiesta grande llegó y con ella la bendición para los guasavenses. La Virgen del Rosario fue bajada de su nicho en la octava, la procesión más grande en su honor.
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La fiesta de la patrona de los guasavenses que llegó en 1535 de Europa a la ciudad y que se quedó para edificar aquí su iglesia, cuando la historia marca qué no venia a estas tierras, salió a las calles después de más de dos años que no tenia una convocatoria tan grande a raíz de la pandemia.
La procesión hizo una pausa afuera de la clínica 32 del IMSS, afuera del área de urgencias médicas y frente a la zona de hospitalizaron desde donde los enfermos con sus manos y sus celulares enviaban señales para unirse a la veneración.
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Ahí el párroco del Santuario de Nuestra Señora del Rosario pidió a la advocación de María la bendición para los enfermos, las familias, los niños y todo el pueblo guasavense.
El grupo de coro del Seminario de Culiacán, así como integrantes del Santuario amenazaron con cantos la peregrinación qué salió de la Parroquia y regresó a ella recorriendo las calles de la ciudad.